La gente desordena por varias razones. Aquí están algunos ejemplos:
- Pueden aferrarse a sus pertenencias por razones sentimentales (les recuerda a un ser querido que perdieron, por ejemplo).
- Sienten que pueden necesitar los elementos en el futuro para esos momentos “qué pasaría si”.
- Dilación. A muchos de nosotros nos encanta posponer las cosas, pero posponer la organización y deshacernos de los elementos puede aumentar el desorden.
- Las personas pueden aferrarse a artículos rotos con la intención de “algún día” repararlos en lugar de tirarlos y reemplazarlos.
- Las tendencias adictas a las compras. A algunas personas les encanta comprar y seguirán acumulando artículos.
- La depresión y otras condiciones pueden tener el síntoma de acaparamiento. Debido a la falta de motivación y energía y al estado emocional de una persona, la confusión puede parecer una tarea difícil o incluso imposible de completar.
- Desde un punto de vista científico, también hay una conexión con tu mente y el desorden. Desarrollamos una especie de relación con nuestras pertenencias, y para algunas personas, separarse del desorden puede hacer que se activen los receptores del dolor en su cerebro. Cuanto más tiempo nos aferramos y tocamos físicamente los elementos, más profundo se vuelve el vínculo emocional con dichos elementos. Por lo tanto, sentiremos dolor al separarnos de los artículos (Clutter on Your Mind)