Como alguien que no se suscribe a la cosmovisión de DSM, veo el TOC y cualquier otra perturbación mental como una señal de que algo está sucediendo muy dentro de nosotros que necesita curación y resolución. El impulso al control puede ser una respuesta a las experiencias de la primera infancia en las que nos sentimos fuera de control. La parte herida de nosotros compensa en exceso desarrollando una necesidad sobreactiva para estar en control. El miedo es la emoción clave en el TOC. Usando técnicas de descubrimiento como el trabajo de respiración y la hipnosis, podemos obtener acceso a la raíz profunda e inconsciente de nuestro miedo. Cuando podemos curar la causa principal de nuestro miedo, los síntomas desaparecen. Las raíces de nuestros temores que son lo suficientemente fuertes como para manifestarse en forma de TOC pueden provenir de la primera infancia, el nacimiento, la concepción, las vidas pasadas, los patrones ancestrales que nos transmiten nuestros padres o cualquier otra causa. Sé que mi enfoque no es convencional, pero solo cuando podemos entendernos como seres multidimensionales, podemos acceder y curar las heridas profundas que se manifiestan en forma de trastornos mentales. Las causas no son necesariamente accesibles por nuestra mente consciente y no provienen necesariamente de problemas biológicos, genéticos o de la infancia. Debemos ir más profundo.
El hecho de que podamos o no superar el TOC depende de nuestra capacidad para profundizar y curar nuestras heridas principales. En general, esto requiere terapia, ya que la mayoría de las personas no tienen los medios o el entendimiento para ir allí por su cuenta, al principio. Por intimidante que pueda parecer, este es un viaje muy enriquecedor y empoderador que le da a la vida un sentido profundo y nos ayuda a desarrollar los conocimientos y las habilidades para ayudarnos a nosotros mismos y ayudar a los demás.