Creo que lo más importante con respecto a fomentar un sentido de empatía es la capacidad de relacionar las experiencias de los demás con sus propias experiencias. Esto se divide en algunas cosas diferentes:
- La capacidad de escuchar. Esto significa honestamente callarse y dejar que alguien hable. Observo que muchas personas detienen a otras personas, tratan de terminar las oraciones por ellas o llenan los espacios cuando la otra persona tropieza con sus palabras. STFU y escucha.
- Tomando el esfuerzo de procesar. Lo que quiero decir aquí es lo que otras personas denominan “escuchar a una persona de verdad”. Entonces, tome lo que han dicho, trate de no poner sus propias suposiciones en ello, y trate de entender sus puntos de vista, sentimientos, historia. Especialmente, trate de comprender sus sesgos, puntos de vista y marcos. Es probable que sean diferentes a usted y, por lo tanto, no debe dominar su pensamiento. Reconozcalas para que pueda superarlas y concentrarse en las otras cosas.
- Haz muchas preguntas. Haga muchas preguntas, al principio para asegurarse de captar las cosas que no explicaron o pensaron decir al principio, para tratar de entender la escritura entre las líneas, por así decirlo. Luego, para volver a verificar que lo que estás interpretando es correcto, esto no significa hacer preguntas importantes, como por ejemplo: “¿Seguro que odias el brócoli, verdad?” sino más bien, preguntas abiertas donde su respuesta confirma lo que usted hubiera esperado que dijeran: “¿Cuál es su comida menos favorita?”
- Encuentra lo que los hace parecer no tan diferentes a ti. Siga preguntando por qué, tratando de obtener más información sobre una persona hasta que pueda encontrar ese pequeño nugget con el que se pueda relacionar. Tal vez usted entienda su dilema específico: ‘¡Dios mío, odio cómo las noticias de Facebook clasifican a mis amigos también!’ – o, entiendes el principio general – ‘Sí, me gustaría tener un poco más de variedad en mi vida y poder escuchar más de la gente de la que no escucho a menudo’. De cualquier manera, ese nugget es el comienzo de entender cómo una persona radicalmente diferente a ti en realidad está hecha de la misma carne y sangre.
En general, hay un viejo dicho: “No puedes odiar a una persona una vez que conoces su historia”.