La investigación psicológica puede ser enormemente informativa sobre las actitudes políticas y el comportamiento de los individuos. Al parecer, fue, como percibió, esencial para comprender cómo los piratas informáticos rusos podrían mejorar el sistema de información pública de los Estados Unidos durante la campaña presidencial de 2016. Por su parte, POTUS ya ha aprovechado la comprensión psicológica de la insatisfacción que sienten muchos estadounidenses. Solo puedo asumir que él y su oficina continuarán conduciendo el mismo tipo de campaña de desinformación que ayudó a llevarlo a la presidencia. El entendimiento clave detrás del éxito de esta campaña fue que las creencias básicas no son simplemente actitudes cognitivas sino también teñidas emocionalmente, y que el miedo y la ansiedad pueden promoverse de manera útil para afectar las motivaciones de los individuos para actuar de la manera que su campaña quería.
Alguien adivina si POTUS utilizará información psicológica para resistir los esfuerzos continuos de las operaciones de inteligencia rusas. Sospecho que el propio Trump está satisfecho con su reconocimiento (y el de los rusos) de que con los canales de comunicación disponibles y bajo la protección de la Primera Enmienda, cualquiera puede contaminar la atmósfera de información de los EE. UU. Hasta ahora, su oficina no ha mostrado inclinación alguna para contrarrestar Campañas de desinformación rusas aquí, pero, por supuesto, si han trabajado en esa dirección, eso no se sabrá hasta mucho después de su mandato en el cargo.