Desde mi experiencia sucede lo siguiente:
- Tienen excelentes planes para usted, elaborados a una edad en la que no pueden participar efectivamente con ellos (menores de 9 años, a menudo significativamente más jóvenes).
- Si sus planes no se ajustan a tus verdaderas habilidades y temperamento, serás menospreciado en la discusión. Aprenderá que su autoestima no es relevante para ellos, lo que, por supuesto, es un requisito clave para que los niños se sientan seguros, optimistas, seguros de sí mismos y con una base sólida.
- Usarán maquinaciones políticas de estilo adulto para salirse con la suya. Te deprimes, no sabes cómo jugar los juegos, pero tu alma te dice que has sido abusado emocionalmente.
- Cuando salga de casa, la verdad sobre su compromiso con sus planes para usted emerge y ellos no pueden manejarlo. Se sienten traicionados, ya que su vida se trata de poner en práctica sus planes, no de apoyarlos.
- Si tienes la suerte de encontrar buenos mentores, puedes perder el respeto por el narcisista como mentor por razones obvias. En primer lugar, es una pena, pero si se vuelven crueles, esa pena se convierte en frío frío.
- No hay ninguna capacidad de su parte para comprender que perdieron el derecho, para siempre, a ser parte de su proceso de toma de decisiones. Intentarán interferir mientras estén compuestas de mentis.
- Debido a que son emocionalmente infantiles, proyectan todos sus propios puntos de vista sobre el niño y le cuentan al mundo la posición del niño, nunca confirmando con el niño que eso es así.
- Cuando su hijo finalmente se levanta ante ellos, lo menosprecian, se burlan, maltratan y se burlan de las maneras más venales posibles.
- El niño, como todos los niños, es aplastado espiritualmente al saber que el narcisista ni siquiera sabe qué es el amor. Aprender a vivir sin él es muy difícil, ya que la sociedad es ignorante y intolerante con los grandes ajustes de supervivencia necesarios.