No solo es buena, sino la decisión perfecta. El terrorismo es un caníbal salvaje que se alimenta de las penas de las naciones, mediante la manipulación de las realidades. Es un fantasma cobarde que se esconde, pero actúa como un príncipe noble que castiga a los criminales. Quiere que veamos a través de su perspectiva, y para lograrlo, tiene que llamar nuestra atención todo el tiempo. La atención es el combustible del terrorismo. Se esconde de los ejércitos en tierra, pero ataca cínicamente a civiles inocentes en las ciudades para reducir las represiones.
El terrorismo tiene recursos humanos y financieros muy limitados, por lo que intentan causar el máximo daño y publicidad con una inversión mínima. Un segundo anuncio publicitario en televisión en Turquía cuesta 50.000 dólares, pero supongamos que una organización terrorista gasta alrededor de 10.000 dólares en un bombardeo y sus ataques exitosos están cubiertos por horas y días.
Los presentadores de televisión y los corresponsales son contratados en base a sus excelentes habilidades de comunicación. Pero eso también significa que tienden a dramatizar y exagerar las noticias que presentan, debido a sus personalidades impulsivas, imprudentes y habladoras. Por lo tanto, una pequeña prohibición de estos incesantes conversadores mejora nuestra psiquiología y mejora la moral de nuestras unidades de aplicación de la ley.
La prohibición de noticias también se hace generalmente en Estados Unidos y países occidentales. Tenemos mayores riesgos de terrorismo, y tenemos 5 organizaciones terroristas salvajes, sólidas y financieramente respaldadas a nivel mundial, con ataques diarios, semanales, mensuales o anuales. Por lo tanto, debemos tratar de reconocer que cada país debe ser evaluado por sus propias condiciones.