¿Por qué nuestra simpatía rara vez se extiende más allá de nuestra línea de visión?

¡Hola!

En el mundo materialista de hoy, intentamos captar todo, tener éxito y compararnos constantemente con la fortuna de los demás. En medio de todo esto, hemos perdido nuestro contacto con la humanidad. Todos los días leemos noticias de crímenes rampantes que nos han aclimatado a la insensibilidad. Debido a esto, casi no sentimos, ni siquiera intentamos sentir simpatía hacia nuestro prójimo humano. Incluso si deseamos ayudar genuinamente a alguien, entonces muchas cosas vienen en nuestro camino. “No tengo suficiente tiempo en mi trabajo”, “Permítame hacer algo por mí mismo primero”, “Por qué, todo el mundo está durmiendo”, etc. son las frases más utilizadas cuando concebimos una idea para ayudar a alguien.

Incluso nuestras experiencias negativas anteriores de ayudar a alguien a obstaculizar nuestro espíritu de humanidad. El hombre es un animal egoísta. Nos enseñan a ayudarnos a nosotros mismos, a nuestros padres, a nuestra comunidad, a nuestros parientes, etc. Esta pedagogía no está mal, pero nos hace ver solo a nosotros mismos. Por lo tanto, también deberíamos incluir ayudar a los necesitados, los pobres o los menos privilegiados y hacernos humanos de nuevo.