¿Por qué el póquer es adictivo?

El póquer es adictivo porque es un juego de habilidad y suerte.

Los juegos en los que los resultados están parcialmente bajo el control del jugador y parcialmente fuera del control del jugador son altamente adictivos.

El póker es exactamente este tipo de juego.

El póquer requiere habilidad y autocontrol para ganar de manera consistente a lo largo del tiempo. Los mejores jugadores de póquer son bien conocidos y altamente cualificados.

Sin embargo, el resultado de cada juego individual depende de un alto grado de suerte. Los jugadores que obtengan mejores manos que sus oponentes, que caigan en un gran river o que jueguen contra las probabilidades todavía pueden ganar.

Esta aleatoriedad en los resultados ganadores crea altas y bajas emocionales que son emocionantes y memorables.

Los jugadores saben que el póquer requiere habilidad, pero los resultados de los juegos de póquer se diferencian de las expectativas de los jugadores lo que hace que jueguen más.

Estas divergencias provocan las emociones que los jugadores recuerdan e influyen en el comportamiento. Las ganancias producen altos emocionales y la liberación de dopamina. Las pérdidas no coinciden con las expectativas del jugador y se racionalizan como mala suerte.

Aún más importante, las pérdidas hacen que los jugadores aprecien ganar porque las pérdidas significan que ganar es escaso y, por lo tanto, instintivamente más valioso.

Los resultados de los juegos de poker divergentes de las expectativas hacen que el póquer sea adictivo.

Si desea leer más acerca de por qué la aleatoriedad inherente en los resultados positivos es adictiva, vea este breve video sobre la investigación de BF Skinner sobre el calendario variable de refuerzo.

Cualquier actividad en la que puedas ganar dinero fácilmente se convertirá en una emoción. Para volverse adicto, un individuo generalmente debe encontrar el éxito desde el principio. Esto es lo que me pasó. En 2004, comencé con $ 100.00 y rápidamente lo convertí en $ 1000.00. Me enganché. En el transcurso de los próximos 6 años, puse unos $ 100.00 por mes para tratar de emular ese éxito temprano. No sucedió

Como todas las adicciones, mi cerebro subconsciente recordaba los buenos tiempos y olvidaba los malos, aunque estaban muy por encima de los números.

Las actividades como el juego pueden hacer que el jugador se vuelva adicto a la liberación de dopamina. El cerebro realmente le dice al jugador que juegue para obtener una solución. Esta es una adicción muy poderosa porque el cerebro es en realidad secuestrado para decirle a su huésped que lo alimente con más dopamina.
Cómo el cerebro se vuelve adicto al juego

Porque cuando ganas, es tu habilidad, pero cuando pierdes, ¡tienes mala suerte!