Como el cociente inteligente puede llevarse en los genes, ¿puede la espiritualidad también?

El genetista Dean Hamer cree que sí.

Utilizó la escala de auto-trascendencia del psicólogo Robert Cloninger, que intenta medir cómo son las personas espirituales mediante:

  1. misticismo (creer en cosas no demostrables, como ESP)
  2. olvido de sí mismo (capacidad de absorber completamente en actividades como leer o practicar deportes y perder la pista de quién eres)
  3. Identificación transpersonal (sentirse parte de algo más grande)

Los estudios con gemelos han demostrado que las personas estrechamente relacionadas tienen puntuaciones similares en las escalas de autotranscendencia, incluso si sus creencias exactas (como a qué religión específica pertenecen) son diferentes.

Hamer tomó las puntuaciones de autotranscendencia de mil personas y buscó los genes que correspondían a las personas que tenían puntuaciones altas. Él identificó VMAT2, un gen que crea una proteína que mueve sustancias químicas dentro del cerebro. Parece estar involucrado en la regulación de las sustancias químicas del cerebro serotonina, dopamina y norepinefrina.


Sin embargo, hay muchas personas que no están de acuerdo con el trabajo de Hamer, aquí están algunos de los argumentos:

  1. Un alto puntaje de autotranscendencia no es lo mismo que la espiritualidad: las personas que trabajan duro por causas políticas también tienen puntajes altos, al igual que los teóricos de la conspiración. (Tal vez la gente en quora, también, ¿somos solo una pequeña parte de algo más grande? 😀)
  2. VMAT2 parece explicar muy poco de la variación en los puntajes de autotranscendencia.
  3. Nadie ha replicado el estudio de Hamer todavía.

La respuesta de Hamer es que VMAT2 no explica toda la espiritualidad, pero es un pequeño paso en la dirección correcta y señala el camino hacia el estudio futuro.

Desde donde veo, la espiritualidad es la flor que crece en el suelo del intelecto.

Desde donde veo, solo una persona verdaderamente inteligente puede ser verdaderamente espiritual. Los menos afortunados alguna vez desperdician el tiempo dudando. Y los menos afortunados en creer simplemente.

Amor