La madurez está siempre en una escala móvil gris. A veces, puedes saltar de la escala por un tiempo y luego volver a saltar. Puedes ser lo suficientemente maduro como para manejar lo que la vida te arroje, hasta que algo te ponga al límite. Puedes ser relativamente maduro y seguir luchando para lidiar cuando te sientes abrumado y frustrado.
Veo la madurez como un conjunto de herramientas, un conjunto de habilidades que perfeccionas y que se convierten en tu sentido común. Aprende cómo detenerse y pensar, cómo respirar y manejar sus emociones, y cómo tomar buenas decisiones. Aprendes a usar la lógica, te vuelves más consciente y obtienes una perspectiva que no es la tuya. Aprendes a preocuparte y consideras a los demás y al mundo que te rodea, y empiezas a responsabilizarte de las necesidades y deseos de los demás.
La madurez puede convertirse en un buen hábito con la práctica, pero todos somos humanos. A veces volveremos a usar viejos mecanismos de defensa cuando nos veamos abrumados. Esos son los momentos en que necesitamos hacer una pausa y respirar más.
Siempre he sido lo suficientemente maduro como para saber que no estoy completamente maduro. De niño, siempre es más sencillo concentrarse en lo que sabes. A medida que envejeces y experimentas la vida, se volverá común sentirte más pequeño porque te das cuenta de que siempre hay más que no sabes.
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Comencé a no recordar con certeza mi edad cuando tenía entre 28 y 29 años. Tuve que calcularlo a partir de mi año de nacimiento. En algún momento, simplemente te das cuenta de que la edad no es tan importante y que el tiempo sigue avanzando, no importa lo que hagas. Todos los días el final de su vida está un día más cerca, y necesita averiguar si lo está gastando bien o no.
Nadie debe ser maduro el 100% del tiempo. Es importante disfrutar de la vida, y tener esos momentos de alegría pura, sin adulterar, del tipo que se obtiene al tener una perspectiva inocente, incluso después de que tu inocencia haya desaparecido. Ser maduro significa que tiene la autodisciplina y la conciencia para saber cuándo volver a utilizar su conjunto de herramientas de madurez y ponerlo en práctica.
La madurez requiere la máxima responsabilidad, no solo para ti, sino también para quienes te rodean. A medida que maduren, aumentará su sentido de carga. Bajar su carga por un tiempo, de vez en cuando, es bueno para el alma. Llevarlo constantemente lo desgastará, por lo que las personas manejan la vida mucho mejor con un sistema de soporte. Sin embargo, si está maduro, tomará esa carga en el instante en que sea necesario.
La madurez comienza a funcionar más rápido tan pronto como tomas la decisión de asumir la responsabilidad total de alguien que no sea tú. Lo sentí cuando tuve hijos. Cuando hay alguien que depende completamente de ti, si lo amas, levantarás esa carga con gracia.
Los niños construyen la madurez a una edad más temprana y se sienten responsables primero de sí mismos, luego de los hermanos, padres, amigos o mascotas. Algunos niños se comprometen a ayudar al mundo desde el principio, haciendo grandes cosas. Todavía son niños, pero tienen una gran mentalidad y una buena ventaja.
La maduración es un proceso que dura toda la vida. Todo el mundo tiene que pasar por cosas en su vida que son difíciles para ellos. Tenemos que apreciar las luchas únicas que otros tienen, sin compararlas con las nuestras, para poder realmente respetarlas. Creo que cuanto más paso, más veo lo que otros deben manejar en la vida, y siento que puedo manejar mi vida, mientras los animo a que manejen la suya.
Normalmente soy madura, pero no siempre. Todavía me siento abrumado, y espero que siempre lo haga de vez en cuando. Lucho con el autocontrol, siento que mis emociones toman el control, siento arrepentimiento y me disculpo. Necesito el apoyo de familiares y amigos. Necesito jugar y divertirme con mi familia para disfrutar mutuamente y mostrarles mi amor y aprecio. Necesito tiempo de inactividad y distracciones, donde puedo olvidarme de las responsabilidades de la vida por un tiempo.
A veces me sentiré inmaduro e infantil, perdido y confundido, frustrado, invalidado, enfadado, falto de tristeza, deprimido y derrotado, pero en algún momento volveré a recuperarme. Llevaré mi pesada caja de herramientas, asumiré esa carga y me sentiré orgullosa de vivir lo mejor que pueda, tan felizmente como pueda, enseñando y guiándome a mí mismo, a mi familia ya los demás a mi alrededor, con la esperanza de que aprendan y Crece y sé más feliz, también.