No todos los humanos son adictos a las redes sociales.
Sin embargo, los medios sociales promueven el comportamiento adictivo en muchas personas. Y muchas personas se autoidentifican como adictos cuando se trata de sus hábitos de redes sociales. Personalmente puedo entender cómo usar las redes sociales puede volverse compulsivo. Creo que es justo decir que todos tenemos una necesidad fundamental y profunda de ser aceptados por nuestros compañeros. Cuando publiquemos algo en Facebook, comentemos en el blog de alguien, twittenemos algo que nos interese o respondamos una pregunta en Quora, queremos que se valide esa contribución. Queremos que nuestra participación sea importante, que sea aceptada por otros … incluso por extraños. Estas validaciones menores pueden actuar como “éxitos” que inducen el placer de manera muy parecida a una bebida o droga adictiva, y para algunas personas, pueden llegar a llevar sus hábitos de redes sociales a extremos peligrosos y poco saludables.
Además, un estudio reciente de Harvard indicó que hablar sobre nosotros mismos en las redes sociales es intrínsecamente gratificante:
A pesar de la frecuencia con la que los humanos revelan el contenido de sus propios pensamientos, poco se ha sabido acerca de los mecanismos próximos que motivan este comportamiento. Aquí, sugerimos que los humanos voluntariamente se auto-divulguen porque hacerlo representa un evento con valor intrínseco, de la misma manera que con las recompensas primarias como la comida y el sexo. Curiosamente, los hallazgos también sugirieron que ambas partes de la “auto-divulgación” tienen valor de recompensa. Si bien los participantes estaban dispuestos a renunciar al dinero simplemente para hacer una introspección sobre sí mismo y hacerlo fue suficiente para comprometer las regiones cerebrales asociadas con los resultados gratificantes, estos efectos fueron magnificados por el conocimiento de que los pensamientos se comunicarán a otra persona, lo que sugiere que los individuos encuentran oportunidades para revelar sus propios pensamientos a los demás para ser especialmente gratificante.
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Los medios sociales no solo proporcionan las herramientas para compartir nuestros pensamientos y sentimientos con los demás, sino que también están diseñados para gamificar el acto de hacerlo, con “me gusta” o “upvotes” que generan comentarios positivos, alentando una mayor participación. Esta combinación de incentivos puede, en algunas personas, conducir a un ciclo de auto-refuerzo poco saludable que los lleve a un comportamiento obsesivo.
Es importante tener cuidado con el uso de la palabra “adicto”. Cuando dices que alguien es adicto a algo, es una palabra cargada que implica que no pueden controlar su comportamiento y que afecta negativamente sus relaciones (del mundo real), su capacidad para funcionar normalmente, su salud, etc. Hace diez años, diciendo alguien fue “adicto” a algo que no tenía una expresión tan cargada como lo es hoy.
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