Para contestar sin rodeos “sí, lo he hecho”. Han pasado el tiempo desde ahora. Recientemente para ser exactos. El amor de mi vida es bipolar. Sin diagnosticar y sin tratar. Tengo la confirmación de estar con él los últimos 13 años y 8 meses. A través de los cambios de trabajo, movimientos, altos y bajos y todo lo demás. También de su tía biológica. Su padre era depresivo maníaco. En aquel entonces no sabían mucho sobre eso.
Todo lo que puedes hacer es estar ahí para ellos. Soy la que ha intentado decirle que es bipolar, no su familia. De hecho, yo mismo, los niños y la familia son la única familia que ha conocido. Más bien querido o permitido en su vida.
Una vez más por enésima vez. Él me ha apartado. Estoy aquí. No estoy mirando. Yo tampoco estoy esperando. Me estoy cuidando Te sugiero que hagas lo mismo. Estoy asistiendo a una clase de Familia a Familia de NAMI ahora mismo. Edúquese tanto como sea posible. Te ayudará cuando vuelvan tu mundo al revés.
Le he dado un amor resuelto incondicional e intrépido durante los últimos 13 años y 8 meses. No puedes hacerlos felices. Puedes elegir ser parte de su vida. Comprenda que incluso una persona bipolar tratada todavía le cobrará impuestos. Ellos merecen amor y comprensión, pero tú también.
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No es tu trabajo hacer feliz a alguien más. Puedes tener una relación con alguien que es bipolar, pero no es fácil. Todavía estoy aquí sin ir a ninguna parte, pero puede que él no regrese. Esa es siempre una posibilidad. La última vez se fue por menos de un año. Solo Dios sabe cuánto tiempo será esta vez. La vida continúa y seguiré educándome más. Así que estoy listo para el próximo capítulo.