Uno de mis conceptos favoritos, que uso todos los días es “El error de atribución principal”.
Cuando interactúo con otras personas, diga mientras conduzco un automóvil mi inclinación natural cuando los veo hacer algo que me enoja, es asignar una motivación por la cual no podría tener ninguna información real.
Por ejemplo, “Ese tipo hizo todo lo posible por cortarme porque no le gustaba mi aspecto o el de mi coche o mi pegatina de parachoques Hillary 2016”.
Por ejemplo, “Ella pasó a mi lado a 90 millas por hora, haciendo alarde de todos a su alrededor porque simplemente siente que las reglas no se aplican a ella”.
- Sé lo que está mal, pero todavía lo hago. ¿Por qué?
- Mi mente parece estar llena de ideas y planes y me está haciendo menos productivo. Escribir no ayuda. ¿Cómo lo arreglo?
- ¿Qué es algo que te dio éxito al no saberlo?
- ¿Qué es un secreto que pensaste que nunca le contarías a nadie?
- ¿Está todo predestinado?
En estos dos ejemplos, les he asignado motivos, sin ningún conocimiento real: podrían haber estado distraídos o asustados porque simplemente se enteraron de que su ser querido fue llevado a un hospital, algo por lo que una persona razonable perdería algo.
La psicología me dice cómo estoy conectado, el conocimiento de esto combinado con la cognición me permite ser mejor que mis instintos y mis emociones, haciendo que mi mundo sea un poco mejor.