¿Por qué la universidad está matando la creatividad?

Hay una percepción ingenua de la realidad. Tenemos un gran interés personal en la educación, en parte porque es la educación que está destinada a llevarnos a este futuro que no podemos comprender.

El plan de estudios universitario en todas las corrientes se diseñó de tal manera que hace que todos y cada uno que tome el curso se apliquen, piensen (pasos iniciales para la creatividad) en una tarea que se les asigna.

Ahora viene la parte difícil: entre los estudiantes puede decirse que el 2% de los estudiantes que parecen encontrar estas tareas son triviales, que lo resuelven fácilmente, ya que les resulta natural. Entre ellos, algunos buscan encontrar más sobre la tarea y otros no. Es donde las universidades colectivamente salen mal. No logra identificar a estas personas y alimentarlas con lo que necesitan.

Como resultado, el que busca encontrar, aprender más y abandonar la universidad y tener éxito en lo que hace. Debido a esto, tenemos a Mark Zuckerberg, Bill Gates, quien construyó lo que nunca pensamos. Esto es creatividad . De alguna manera podemos decir que las universidades les ayudaron a descubrir lo que necesitaban, pero no les ayuda a ser creativos al proporcionar entrada que necesitaban. Para decirlo de otra manera, estas personas aprendieron a ser creativas cuando abandonaron la universidad. Y el resto a quien se le asignó la tarea, copie y haga pocos cambios en los pensadores originales y preséntelo.

En última instancia, pensamos que el APRENDIZAJE ROTO es la forma más rápida de obtener buenas calificaciones, conseguir un trabajo (lo que equiparamos con una buena vida) y muchos de nosotros terminamos haciendo lo mismo. Es esta actitud la que mata la creatividad. Si no estás preparado para equivocarte, nunca se te ocurrirá algo original. Y cuando llegamos a ser adultos, la mayoría de nosotros hemos perdido esa capacidad. Nos hemos asustado de estar equivocados. Y manejamos nuestras empresas así. Estigmatizamos los errores.

Estamos siendo educados por la promesa de dinero. Como estudiantes, debemos pensar que nunca queremos ser un producto que vive nuestra vida dentro de una caja. Queremos apreciar nuestra mente brillante. Queremos imaginar, crear, ser lo mejor que podamos ser.

En pocas palabras, las universidades solas no matan la creatividad de los estudiantes. La actitud de cada estudiante también lo hace. No creceremos en creatividad. Crecemos fuera de eso.

“Las clases embotarán tu mente, destruirán el potencial de la creatividad auténtica”. – John Nash

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