Desde nuestra infancia se nos enseña que no importa lo que tengas. Lo que más importa es lo que otros tienen.
No importa cuántas calificaciones obtenga en su examen. Lo que más importa es cuántas marcas obtienen otras.
Si no puede obtener más calificaciones de las que obtuvieron los demás, es un fracaso, independientemente de su rendimiento absoluto.
Gradualmente, comenzamos a aplicar los mismos principios en todos los aspectos de la vida.
- ¿Qué dispara a las grandes mentes a hacer lo que hacen?
- ¿Cómo te recuperaste de ser abusado?
- ¿Qué piensa un pensador libre el 100% del tiempo?
- ¿Cómo podría elegir mi profesión o al menos limitarme a un par de cosas que me interesan?
- Cual es el nombre de tu blog?
Comenzamos a valorar las cosas solo si tenemos más que otros. En consecuencia,
- Te consideras exitoso en tu clase solo si tienes más notas que otros.
- Te consideras exitoso en tu vida solo si tienes más riqueza o poder que otros.
- Te consideras exitoso en Quora solo si tienes más seguidores que otros.
- Te consideras un éxito en tu profesión solo si ganas más dinero que otros.
El problema es que hay muchas cosas importantes en la vida que no se pueden comparar ya que no son materiales. Por ejemplo,
- No se puede comparar el amor y el afecto.
- No se puede comparar la paz mental.
- No se puede comparar la felicidad.
- No se puede comparar la amistad.
- No se puede comparar a la humanidad.
- No se puede comparar la salud.
- No se puede comparar el carácter.
- No se puede comparar la honestidad y la integridad.
Por lo tanto, usted deja de valorar todas las cosas que no se pueden medir y, por lo tanto, no se pueden comparar. Estas cosas gradualmente pierden valor para ti, ya que no puedes hacer alarde de ellos para demostrar que eres mejor que ellos.
Puedes volver a valorarlos solo cuando lo pierdas.
Sin embargo, es posible que nunca los recuperes en la vida una vez que los pierdas, ya que no son materiales y, por lo tanto, no están disponibles en el mercado para la venta.
Entonces te darías cuenta de la sabiduría de las famosas palabras de Billy Graham.
Cuando la riqueza se pierde, nada se pierde;
Cuando la salud se pierde, algo se pierde;
Cuando el carácter se pierde, todo se pierde.