Es complicado. La definición legal de “muerte” implica muerte cerebral, lo que significa que el cerebro deja de funcionar a nivel del sistema; no hay actividad eléctrica coordinada globalmente, no hay un comportamiento intencional, no hay reflejos, etc. Sin embargo, es posible que las células individuales del cerebro permanecer vivo, aunque inactivo, durante un tiempo considerable, incluso una hora o más. En términos generales, cuanto más frío está, las células cerebrales más largas siguen siendo viables. Se han realizado estudios experimentales en los que se extrajeron células de partes particulares del cerebro de personas que habían muerto muy recientemente y se colocaron en una solución nutritiva para estudiar sus propiedades eléctricas. No funciona muy bien pero a veces es posible. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las enzimas en las células comienzan a descomponerse y dejan de funcionar incluso a nivel celular.
Podría valer la pena señalar que la palabra “muerte” a menudo se usa de manera bastante relajada: las personas que han tenido un ataque cardíaco o han dejado de respirar a menudo dicen: “Yo morí y luego volví a la vida”. Sin embargo, eso no es realmente la muerte en el sentido legal o científico: puede haber una pérdida de conciencia, pero el cerebro nunca deja de funcionar.