Aprender conceptos difíciles es muy parecido a construir pirámides altas. Estos son algunos de los principios que el antiguo constructor de pirámides tenía que tener en cuenta:
1. Pon los ladrillos faltantes, arregla los rotos.
Para aprender un concepto difícil (es decir, colocar un ladrillo arriba), primero debes aprender todos los conceptos que lo componen (es decir, colocar todos los ladrillos necesarios debajo de él). De lo contrario, su conocimiento se basará en un proceso mecánico en lugar de una comprensión intuitiva (una base sólida) y no podrá USAR ese conocimiento fuera del entorno controlado del aula.
Por ejemplo, puede pensar que entiende cómo calcular longitudes y ángulos faltantes de triángulos utilizando las funciones trigonométricas básicas de pecado, coseno y tangente y sus inversos en su calculadora. Sabes cómo aplicar estas funciones de una manera, pero ¿entiendes de dónde vienen? ¡Aquí hay un video de Sal Khan en el Círculo de la Unidad que puede ayudarlo a responder esta pregunta y poder estimar mentalmente los valores trigonométricos sin una calculadora!
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Por lo tanto, la clave es averiguar qué ladrillos faltan o están inestables y luego tratar a cada uno como una nueva pirámide cuyos cimientos debe examinar.
2. Nunca te culpes a ti mismo
Si faltan ciertos ladrillos, NO SE CUMPLE. ¡Culpa al faraón!
La mayoría de las veces, si no entiendes algo, no te lo explicaron bien. Los malos maestros o los libros son los que no recuerdan los componentes básicos cada vez que explican algo nuevo. ¡Estos faraones piden una enorme pirámide pero no te dan la cantidad adecuada de ladrillos! Y asumen que todas las personas tienen pirámides internas con bloques inferiores bien colocados.
Culparte a ti mismo te llevará a perder la motivación y rendirte. ¡Culpa al faraón y arregla esos bloques!
3. ¡Ser genuinamente curioso!
Los seres humanos son increíblemente capaces de tratar con enormes cantidades de información. Recibimos gigabytes de información a través de nuestros sentidos. La forma en que lo manejamos es prestando atención a aquello que creemos que es útil para nosotros. El resto lo ignoramos y lo olvidamos.
Construirás una mejor pirámide si percibes el proceso de construirlo como un gran proyecto de arte, o como un entrenamiento difícil en lugar de trabajo de esclavos. Así que siempre trata de responder: ¿Cómo puede esto ser útil para mí? (Los buenos maestros te ayudarán a encontrar una respuesta).
Por ejemplo, puedes encontrar a Shakespeare aburrido si lo ves como algo útil para que pases un examen. Por otro lado, si lo ves como un Ninja de palabras de quien puedes aprender la habilidad clave de la vida de la narración de cuentos, recibirás un premio.
Cuanto mayor sea su motivación para aprenderlo, más estará dispuesto a poner la debida diligencia para buscar y reparar los bloques que faltan.
4. Limpiar el internet
Hay TAN muchos grandes recursos por ahí. ¿Por qué aprender de un maestro mediocre cuando tiene acceso a los líderes mundiales de cualquier campo?
Conclusión:
¡Hay tantas pirámides increíbles para construir! ¡Puedes hacerlo! (Y sí, hoy en día tienes robots y drones e internet a tu lado).