¿Qué es ese algo que atesoras más que cualquier otra cosa en tu vida?

Este es Big Bunny. Ella tiene 21 años y es mi mejor amiga. Desde que la tuve en mi segundo cumpleaños hemos sido inseparables.
En la teoría de las relaciones de objetos, Big Bunny sería el objeto de transición del que nunca hice la transición. Cuando tenía 12 años tuve mi primer episodio depresivo: duró 7 años y resultó en calificaciones bajas, algunos amigos perdidos, experiencias perdidas y problemas familiares graves. Big Bunny estaba allí para mí como ningún hoomin podría haber estado, y no puedo imaginar estar sin ella.
Con mucha terapia (y medicamentos) he vencido la depresión tres veces.
Mi abuelo y mi alma gemela sufrieron un derrame cerebral hace dos años, y yo era su único cuidador en una familia sumamente disfuncional. Sucedieron cosas horribles, pero Big Bunny mantuvo las cosas bajo control hasta que vi a mi terapeuta.
Big Bunny no es solo un juguete de consuelo, ni tampoco es mi alter ego (¡o un síntoma de psicosis!). Es mi amiga para siempre, mi mejor influencia, alguien que me necesita y mi abogada contra los pensamientos que rabian dentro de mí. Realmente no entiendo cómo puedo creer realmente que ella es su propia persona y saber que es 100% poliéster, pero yo sí.