¿Cómo se trata la disociación?

La disociación es la forma en que la mente se enfrenta a circunstancias insoportables. Lo tratas mejorando las circunstancias. A corto plazo, aprenderá ejercicios básicos en los que se enfocará en diferentes cosas en su entorno inmediato para volver al presente. A medio plazo, aprenderá habilidades de atención plena, etiquetado de emociones y otras técnicas que lo ayudarán a comprender y tolerar las emociones con mayor facilidad. A largo plazo, usted resolvería sus problemas en la terapia. A medida que su carga se hace más liviana, la disociación se vuelve menos necesaria.

Cuando alguien es tan disociativo que su personalidad se ha dividido en partes, es más complicado. En estos casos de trastorno de identidad disociativo (lo que solían llamar trastorno de personalidad múltiple), el terapeuta ayuda a las partes separadas a comunicarse y cooperar, para que la terapia pueda avanzar. Este proceso es muy parecido a la terapia familiar: todos tienen que negociar reglas y resolver compromisos para que los deseos y las necesidades se cumplan. Por lo general, cada parte teme que el terapeuta las haga desaparecer. Muchas partes esperan que otra parte menos agradable pueda ser desalojada. Todo el colectivo necesita ayuda para comprender: “Usted no es usted a menos que sea usted todos ustedes”.

Una vez que cada parte está de acuerdo con la terapia, el cliente y el terapeuta pueden tratar el trauma que hizo necesaria la disociación. EMDR, la exposición prolongada y la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma (TF-CBT) tienen una buena investigación que demuestra que son eficaces. Una vez que un fragmento de personalidad ya no necesita guardar secretos, puede decidir que permanecer separados ya no valga la pena. El terapeuta ayuda a planear fragmentos para una ceremonia de fusión. ¿Qué está sucediendo realmente en el cerebro durante esa ceremonia? No lo sabemos

Esto depende de la causalidad. A veces la psicoterapia es útil como un tratamiento continuo. (CBT, DBT) Pero en un episodio de comportamiento disociativo, como en “cambiar a otros” para PACIENTES DID o PTSD, una táctica de intervención puede ser útil (como una naranja congelada).

No estoy familiarizado con las opciones de tratamiento farmacológico típico.

En mi práctica, ayudo a mis clientes disociados a orientarse hacia el momento presente a través de su entorno o sensación corporal, lo que ayuda a “sacarlos” de la disociación. Con el tiempo, nos gustaría ser más conscientes de lo que desencadena la disociación y ser más sensibles al proceso a través del cual él o ella se disocia, para que él o ella pueda tener cierto control sobre él.

También lo uso como información; es un indicador de que algo en el contenido que estamos procesando podría ser potencialmente abrumador.

Si está hablando de un trastorno disociativo, el tratamiento habitual es la psicoterapia. No hay medicamentos que traten los trastornos disociativos, aunque algunos pueden ayudar con la ansiedad y la depresión que los acompañan.