Tienen un límite invisible para lo que es beneficioso para ellos mismos y lo que es beneficioso para los demás. Muchas veces, parecerán muy tranquilos y encantadores, pero nunca detectarán las necesidades de los demás. Las señales de advertencia son tan simples como no levantarse para abrir una puerta para una persona discapacitada, no darse cuenta de un automóvil que se ha detenido en la carretera, o alejarse silenciosamente de responsabilidades inconvenientes. Históricamente, te darás cuenta de que nunca han tenido la iniciativa de ayudar a un amigo a mover algunos muebles o comprar una cerveza y ser un apoyo emocional por el simple hecho de hacerlo.
Por otro lado, notará que harán estas cosas cuando haya una agenda clara para ellos mismos. Realizarán tareas en silencio y establecerán recompensas para ellos mismos en el corto plazo. Estos socios no son necesariamente hirientes, e incluso puedes vivir con ellos. Solo trátelos como otro cuerpo cálido en la habitación.