¿Cuál es el impacto de tener personas con enfermedades mentales o desordenadas en posiciones de poder en los Estados Unidos?

La primera respuesta que me viene a la mente es: “Ha estado sucediendo durante años. ¿Alguien en su sano juicio se postularía para presidente?”

Pero una respuesta más seria es que sobre una base práctica puede hacer poca diferencia. En nuestro gobierno moderno aquí hay muchos despidos incorporados o prácticos. Cada persona en el poder gubernamental tiene asesores y otro personal. Durante mucho tiempo hubo sospechas acerca de mi reciente congresista de Portland, Oregón, David Wu, y de su extraño comportamiento en general y en el piso de la Cámara. Su personal intentó cubrirlo y, eventualmente, ante otro escándalo (sexual), renunció a su asiento. Probablemente no habría sido reelegido de todos modos. Sospecho que en estos días las personas con comportamiento desordenado en el ojo público o en posiciones de poder no permanecen allí por mucho tiempo. Aquellos con enfermedades mentales que están bajo buen control (medicamentos, terapia, etc.) generarán poca o ninguna notificación, como en cualquier trabajo.

Aquellos con trastornos de personalidad (sociópatas, psicópatas, narcisistas, etc.) han tenido un gran impacto negativo.

De Verdad? Bancarrota. Dos guerras perdidas. Pérdida del prestigio nacional. La disolución casi completa del contrato social. Desigualdad masiva de ingresos. La muerte del sueño americano. Gracias george