Para que alguien se rompa emocionalmente, se deben cumplir tres criterios.
- En algún momento fueron emocionalmente completos y sanos.
- Algo les sucedió que causó que se rompieran.
- Sienten remordimiento, vergüenza, culpa y miedo cuando lastiman a los demás. Se afligen porque les duele la pérdida. Ambas capacidades para sentir dolor se deben a que son capaces de unirse a otras criaturas vivientes. El apego puede ser disfuncional (por ejemplo, un vínculo de trauma o un apego reactivo desordenado o un apego ansioso).
Para que alguien sea etiquetado como psicópata, por otro lado deben cumplirse diferentes criterios:
- nacieron con algo faltante emocionalmente
- tuvieron una infancia bastante normal y saludable con una educación amorosa de cuidadores primarios estables y consistentes
- a pesar de una crianza educativa y no traumática, nunca pudieron desarrollar la capacidad de cuidar profundamente a otros seres vivos. Esa capacidad de vinculación es un requisito previo para experimentar sentimientos de vergüenza, culpa, remordimiento, miedo y pena y otros inhibidores del comportamiento pro-social.