Afortunadamente, existe una mayor conciencia y comprensión de la enfermedad mental en la actualidad, menos estigma asociado a estos trastornos y más disposición para buscar tratamiento. Hay un inconveniente en esto. Los individuos tienen una tendencia a diagnosticarse a sí mismos. Si está observando un comportamiento preocupante en sí mismo, es mejor buscar ayuda profesional. Tarde es mejor que tarde. Con el tiempo, muchas enfermedades se vuelven más graves y más difíciles de tratar.
Experimentar síntomas que no son inducidos por un estado de enfermedad (o drogas) es una de las características de la hipocondría (hipocondría). El cerebro se deja engañar por dolores y molestias “imaginadas”, convenciendo a una persona de que está enferma. Parecen genuinos. Además, existe una preocupación por el propio cuerpo. Este problema puede continuar durante años y es resistente al tratamiento.
Existe un espectro de síntomas que definen la bipolaridad, de los cuales hay 4 tipos distintos. Inicialmente, la bipolaridad puede ser difícil de diagnosticar. Hay mucha superposición de síntomas en los trastornos mentales.
El cerebro es un órgano complejo que controla todo, desde el latido de nuestros corazones hasta nuestros sueños. Por lo general, somos buenos evaluando nuestras experiencias, pero en ocasiones, lo que es real no siempre está claro.
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