Los directores trabajan con personas. Los guionistas trabajan con palabras.
Eso es una simplificación excesiva, pero golpea la marca.
Los directores trabajan en todos los aspectos del desarrollo, la producción y la postproducción. Cada una de esas etapas involucra a cientos de personas. Y con producciones más pequeñas, la cantidad de personas puede ser menor, pero se mejora la interacción directa con los involucrados.
Los directores tienen que trabajar con productores y ejecutivos también. Tienen que trabajar con actores y los actores NECESITAN un director para poder ayudarlos y guiarlos.
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En resumen, se espera que los directores puedan trabajar con otros.
A los guionistas se les permite la libertad de personalidades introvertidas. Claro, en algún momento necesitan interactuar con la representación, los ejecutivos de desarrollo y el director. Sin embargo, su trabajo al final es volver a ese agujero y escribir, escribir, escribir.
Dicho esto, tienes que seguir tu instinto. Si quieres tener el control total de tu historia, la dirección es el camino a seguir.
Si te sientes cómodo con el hecho de que la película es un arte colaborativo y una vez que, como guionista, entregas el borrador final, los demás deben interpretarlo … luego escribir guiones es una mejor opción para un introvertido.
Mantener en la mía que tampoco es fácil, pero la dirección es bastante complicada.