Los padres solteros están luchando por la vida para llegar a fin de mes y hacer lo que necesitan para mantener a la familia. Los padres dominantes quieren controlar aspectos de la vida cotidiana de un niño. Un padre dominante puede ser sobreprotector, reaccionar exageradamente a cualquier situación que un niño pueda enfrentar. Esto se puede hacer a través de la intimidación física y la manipulación emocional. Es una mala situación en general.
A medida que un niño crece, luchan contra los vínculos con sus padres para poder expresar su propia individualidad. Es parte del proceso de crecimiento. Por lo general, en algún lugar de la adolescencia y la adolescencia, un niño comienza a decirle otra vez a sus padres que no, solo con un poco más de fuerza.
Cuando este adolescente hace eso con un padre dominante, a menudo recibe una gran cantidad de rechazo. Nutrir a los padres establecería reglas y consecuencias. Los padres dominantes emplearían fuerza física si fuera posible, pero dado que el niño es mayor y más fuerte, con frecuencia puede usar la manipulación emocional para controlar a sus hijos. Los culparían para hacer lo que querían.
Sin querer decepcionar aún a sus padres, y bajo esta pesada carga de culpa, el niño dominado comienza a actuar de diferentes maneras. En lugar de simplemente violar las cosas, se vuelven agresivos pasivos. Ellos socavan las cosas cuando tratan de separarse de sus padres. No se portarán mal, sino de manera encubierta.
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O … y esta es la más aterradora de las situaciones, el niño ha desarrollado una codependencia con el padre. Han sido manipulados para creer que no pueden sobrevivir sin el padre. Deben seguir lo que hacen los padres. Hay una gran diferencia entre afecto sano y codependencia. El uno mira, respeta, e incluso ama a la otra persona. El otro se siente culpable y se siente perdido cuando la otra persona no está cerca. Es como si hubieran vuelto a la infancia. Y el padre dominante ha querido mantenerlos allí por sus propias razones.
La esperanza para el primer individuo es que eventualmente escapen de su situación y obtengan libertad, aunque es posible que desee vigilar las tendencias agresivas pasivas. El otro niño probablemente necesite terapia para ayudar a romper con las tendencias que fomentan la co-dependencia. Estos niños tienen problemas para decir que no, y se enfocan en complacer a otras personas que se pierden en el proceso. Sé que hay libros que hablan de esto, pero la ayuda profesional para desempacar algunas de estas tendencias sería beneficiosa.