¡No es verdad! Existe evidencia significativa de que las personas que son genéticamente afortunadas en un área, como la inteligencia, tienden a ser bendecidas genéticamente en otras áreas, como la habilidad atlética, también.
Por lo tanto, hay personas como mis dos hermanos, que son ingenieros con maestrías y corredores de maratón. El primo abogado era un remero en la escuela. El sobrino que hace un doctorado en medicina nuclear hace ultra-maratones. La sobrina que estudia psicología recibe muchas becas académicas y un atleta universitario. Todas estas personas eran estudiantes por encima del promedio y atletas por encima del promedio en una variedad de deportes de equipo en la escuela secundaria también, y apasionados tanto por los deportes como por los académicos. Y esos son solo algunos ejemplos de mi familia que me vienen a la mente fácilmente. Por supuesto, puedo pensar en atletas famosos que también fueron académicos, como el jugador canadiense de hockey de la NHL y el médico Dr. Randy Gregg, quien jugó hockey universitario mientras estudiaba medicina.
Así que no, la idea de que la pasión por los logros intelectuales y la pasión por los logros atléticos son de alguna manera exclusivas es puramente un mito.
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