Dos factores me han ayudado a transmitir mi mensaje a varios grupos de personas de manera efectiva, ya sea en la escuela, en seminarios o reuniones; esos son (1) voz y (2) sustancia.
Voz – Tengo una voz naturalmente profunda para una mujer. Un colega lo había descrito como “la voz sexy de un dormitorio”. Aunque eso no es precisamente halagador en un entorno profesional, ella pensó que me ayudaba en la forma en que me comunico con la gente. Cuando estaba en la universidad, cuando tenía que hablar en una clase grande, notaría que las personas giran sus cabezas hacia mí cuando empiezo a hablar. En general, al menos por experiencia, creo que la voz profunda llama la atención.
Sustancia: cuando usted habla, su suposición básica debería ser “estas son personas inteligentes con las que estoy hablando”. Ya sea ese el caso o no, esto lo restringe a hablar basura, le permite elegir sus palabras y maneras, y le permite para expresarte solo cuando tienes algo bueno que decir. Si está en medio de personas que tienen menos conocimiento / familiaridad sobre el tema, entonces elegir qué decir, cuándo y cómo lo dice solo ayuda a establecer su credibilidad y atraer una impresión positiva de su audiencia.
En resumen, la voz (adecuadamente modulada, es decir) es cómo lograrás que la gente te escuche, y la sustancia es cómo los mantienes escuchando.
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