Puede que no creas en ello, pero es verdad.
Los estudios de diferentes culturas muestran preferencias consistentes por rasgos faciales más simétricos.
La relación entre la cintura y el tamaño de la cadera es un factor importante, especialmente para la atracción de los hombres hacia las mujeres. En el mundo industrializado, una proporción femenina de .7 es la más deseable y, como es lógico, es un buen marcador para un alto nivel de salud y fertilidad. La proporción puede ser diferente en otras culturas, pero es consistente en una población dada.
El olor también es importante como identificador de los antígenos en el sistema inmunológico. Por lo general, las personas se sienten más atraídas por aquellas personas cuyo olor indica un conjunto de antígenos diferente al suyo.
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Nada de esto debería ser sorprendente. Recuerde que la evolución no selecciona la fuerza o la inteligencia o cualquier otro rasgo particular, selecciona la capacidad de tener el mayor número de descendientes viables. Entonces, inevitablemente, las cosas que encontramos intrínsecamente atractivas se asocian con una alta salud reproductiva.
Debido a que somos animales sociales bastante sofisticados, la atracción inicial no tiene por qué ser el fin de todos y todas las relaciones, sino que es parte de un imperativo biológico.
Especialmente para las mujeres, el olor puede ser un factor decisivo.