La esquizofrenia es una enfermedad psiquiátrica por la cual uno experimenta alucinaciones (auditivas o visuales) y muestra un comportamiento social anormal. A alguien con esquizofrenia le puede resultar difícil decir qué es real, y puede tener pensamientos delirantes, creencias falsas y pensamientos confusos. Es tratable con fármacos antipsicóticos.
La psicopatía es completamente diferente. Es un trastorno de la personalidad en el que una persona no tiene empatía, tiene remordimientos deteriorados y muestra rasgos egoístas y grandiosos. Alrededor del 1% de la población es psicopática. Generalmente es intratable, y cuando un psicópata se somete a una terapia, en realidad comienza a manipular al terapeuta y aprende nuevas formas de manipular a los demás. El tratamiento de la psicopatía con terapia o TCC en realidad lo empeora, y hay una mayor tasa de criminalidad para aquellos que han recibido tal tratamiento.
No todos los psicópatas son asesinos en serie, pero sería difícil ser un asesino en serie y no un psicópata. Muchos psicópatas son directores ejecutivos de grandes compañías o políticos muy poderosos; por lo general, llegan allí porque no tienen en cuenta a los demás que los rodean y pueden despedir personas fácilmente, por ejemplo, sin sentirse mal.
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