Siento que nos enfocamos en las cosas y esas cosas ocupan nuestro tiempo. Nos enredamos en una batalla con fuerzas externas, como tratar de hacer que alguien actúe como usted quiere, o ponerse de acuerdo en algo que realmente no quiere hacer pero desea mantener la paz en su vida.
Nos atrincheramos en Just This Way o Just This Result y nos ponemos rígidos, como un olmo fuerte en una tormenta de viento que se romperá con demasiada fuerza contra ella. Entonces estamos enojados y malhumorados y nos preguntamos por qué las cosas no funcionan para nosotros.
Fui así durante muchos años y lo que obtuve fue un amargo divorcio y años de gimoteos (míos). Me volví amargo hacia mi vida. Luego sucedió algo y me di cuenta de que ser honesto acerca de mis sentimientos (como decir “No” cuando quise decir que no) me ayudó a ser más resistente y más feliz.
Pasivo creo que es la palabra equivocada, sin embargo. Me volví más receptivo a las cosas que no podía cambiar (como mi ex) y más asertivo a las cosas que realmente necesitaba (como elegir por mí mismo) y eso marcó la diferencia.
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Elige tus batallas viene a la mente.