Cómo cambiar China

No hay forma de cambiarlo solo.

Pero puedes trabajar con otras personas para que los cambios ocurran.

La mejor manera de comenzar es aprender cómo funcionan las cosas en otros países y ver cómo algunas de estas experiencias también pueden aplicarse en China.

Por otro lado, también puede promover su propia cultura y ayudar a los extranjeros a entenderla mejor.

Comience su propio proyecto de intercambio de idioma / cultura / ideas en línea. Te ayudará a conectarte con otras personas y a aclarar tus propias ideas.

Esto es lo que puedes hacer a nivel personal.

Si hay muchas personas en su país que están dispuestas a hacer este tipo de cambios, este cambio sucederá.

Si tuviera la oportunidad de cambiar algo en China, ciertamente comenzaría con el GFW. Y no estoy hablando aquí de ningún aspecto político. Se trata de la economía y la competitividad del país.

No hay forma, en mi opinión, de que las empresas chinas en línea logren llegar a cualquier parte del mundo si aún quieren hacer crecer sus empresas en una especie de entorno “protegido”. Es una forma de pensar contraproducente.

Puede ser que beneficie a algunos de ellos individualmente, pero el país entero y su competitividad económica no están obteniendo ningún beneficio de ello.

Si eres chino, cámbiate. Una gran nación es construida por grandes hombres. Una nación libre es construida por hombres libres. Sea el cambio que desea ver y tome el precio, deje de lloriquear en Internet o recolectando beneficios vendiendo historias de terror baratas sobre China.

Si no es chino, deje de pensar en China como un problema o como un hombre enfermo que necesita su receta. Su receta no es universal. Tú mismo no lo practicas universalmente, sino de manera selectiva cuando es gratis para ti. Si todos hacen esto, al menos China puede ahorrar algo de presupuesto militar para dárselo a los pobres. Y el gobierno chino puede quedarse sin material para educar a su gente que estamos viviendo en un mundo hostil.

Cambiate a ti mismo. Un cambio en una persona puede cambiar el mundo entero.
No tienes que ser político, o un genio, o un monstruo. Mira a Ghandi. Aceleró la salida británica de la India. O Daisaku Ikeda. Ayudó a normalizar las relaciones entre Japón y China, y contribuyó a evitar la guerra entre China y la URSS. En 1960, solo había un millón de familias practicando el budismo de Nichiren, en Japón, y ninguna fuera de Japón. Ahora hay más de un millón de personas en cada una de Corea, India, Brasil y están creciendo rápidamente en otros 189 países y territorios.
Es cierto que el cambio de un país entero no lo hace una sola persona, el cambio a menudo lo dirige una sola persona.

Plan A: (1) Aprender chino mandarín (2) Moverte a Taiwán (3) Únete al ejército taiwanés
Plan B: escuche a Rachel Marsden: Obama está siendo superado económicamente por China

¡Derrota a los hunos!

¿Estás bromeando? Recuerda, mejorate primero, no intentes luchar contra la sociedad.

Cámbiate a ti mismo primero. Al igual que el dicho clásico “no se puede limpiar el mundo si ni siquiera se limpia una sola casa”.