Tengo agorafobia y pasé de tener miedo de salir a pasar los últimos seis meses viajando por el mundo.
El estándar de oro del tratamiento para la agorafobia es una forma de terapia cognitiva conductual llamada terapia de exposición. Esto implica un proceso diario de confrontación lenta y gradual de situaciones que causan ansiedad y, al hacerlo, reduce el miedo subyacente.
Una sesión de “exposición” para alguien con agorafobia dependería de cómo se manifestó su miedo. Si, por ejemplo, temía subirse a un autobús, el primer paso podría ser caminar hasta una parada de autobús, permanecer allí hasta que la ansiedad comience a disminuir, y luego regresar a casa sin subir. A continuación, puede subir al autobús y luego bajar. A medida que la ansiedad disminuye, usted intentaría tomar el autobús por una parada, luego dos, y así sucesivamente hasta que pueda tomar un autobús de manera efectiva sin ni siquiera recordar estar ansioso.
La forma en que esto funciona es acumulando recuerdos emocionales que contradicen un temor establecido hasta que el cerebro ya no lo ve como una amenaza. Cada vez que realizas una exposición, entrenas la parte reactiva de tu cerebro para que no pase nada malo cuando te enfrentas a una situación temida. Es importante tomar las cosas lentamente y asegurarse de no abrumarse al principio con las exposiciones. Comienza con miedos más pequeños y avanza hacia arriba.
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Si estás interesado, he escrito sobre mi experiencia al enfrentar la agorafobia y viajar por el mundo en mi blog, el Diario de viajes de Jesse.