No Definitivamente no.
Tengo una tendencia a pensarme demasiado y ciertamente no veo que sea una cualidad positiva de la mía. El pensamiento excesivo extremo puede incluso volverte loco, volverte loco.
Pensar demasiado también puede hacer que el cerebro se convierta en una especie de círculo sin fin, un poco como en la programación cuando creas un bucle infinito.
Las cosas que, en mi experiencia, ayudan con el pensamiento excesivo son las técnicas de relajación y enfoque, y también la experiencia de la vida de una manera más intuitiva, más sensible, más centrada en las emociones.
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Pensar demasiado no puede ser bueno como lo implica el término en sí mismo. Pero la interpretación del pensamiento excesivo es un poco complicada. La pregunta sería, ¿cuándo uno piensa demasiado? Para mí, personalmente, es pensar demasiado cuando duele mentalmente. Cuando los pensamientos se analizan en exceso, no hay un beneficio práctico para el proceso de búsqueda de soluciones.
El pensamiento excesivo también podría estar relacionado con la desconfianza en general o en relación con un tema específico. Una especie de antídoto contra el pensamiento excesivo para mí es esforzarme mucho por vivir en el presente, en este mismo momento ni en el futuro ni en el pasado, y así restringir la inclinación de mi mente a analizar el pasado o intentar controlar el futuro. El pasado no puede ser cambiado y el futuro no puede ser conocido.