No podrás saborear ninguna comida.
Ya sea café o mango. Todo será insípido.
Estoy seguro de que la mayoría de ustedes no son conscientes de este hecho de que entre el 75 y el 95% de lo que consideramos gusto (es decir, como transducido por los receptores gustativos en la lengua), en realidad es el resultado de la estimulación de los receptores olfativos en el nariz en su lugar.
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El gusto y el olfato son sentidos separados con sus propios órganos receptores, pero están íntimamente entrelazados. Los sabores, sustancias químicas en los alimentos, son detectados por las papilas gustativas, que consisten en células sensoriales especiales. Cuando se estimulan, estas células envían señales a áreas específicas del cerebro, lo que nos hace conscientes de la percepción del gusto. Del mismo modo, las células especializadas en la nariz recogen los olores, las moléculas de olor en el aire. Los odorantes estimulan las proteínas receptoras que se encuentran en los cilios sin pelo en las puntas de las células sensoriales, un proceso que inicia una respuesta neural. En última instancia, los mensajes sobre el gusto y el olor convergen, lo que nos permite detectar los sabores de los alimentos.
En resumen, sin olor, no podrá saborear el sabor del café (o de cualquier alimento).
PS- Me encanta el café frío.
Fuente -> Sabor y olor – BrainFacts.org