¿Cómo se relaciona el aprendizaje principalmente con el desarrollo: a través del psicomotor, el psicosocial, el sociopolítico, el impulso psicológico-emotivo, el impulso emulativo o el impulso innovador?

El aprendizaje es un concepto multifacético y un proceso diverso (no una “cosa” definida), y la capacidad de aprender está influenciada por una serie de desarrollos psicológicos. Podemos mirarlos desde el punto de vista del “desarrollo normal”, o alternativamente, desde el ángulo de lo que comúnmente inhibe el proceso normal. A continuación se sugieren dos inhibidores importantes (pero de ninguna manera todos).

La curiosidad es quizás un instinto, con raíces evolutivas / genéticas. Obviamente es un requisito esencial para el aprendizaje.

La expresión natural de la curiosidad puede ser inhibida psicológicamente cuando se asocia con la ansiedad, más comúnmente la ansiedad relacionada con las fantasías destructivas en la infancia. Es bastante natural que una niña pequeña sienta curiosidad por el cuerpo de su madre, de dónde viene la leche, de dónde viene el próximo bebé. No todas estas fantasías estarán llenas de amor, y muchas de ellas implican imaginar la entrada física en la madre para “descubrir”. Estas fantasías son los orígenes de la ansiedad claustrofóbica en la vida posterior (la entrada imaginada en el cuerpo de la madre como un acto destructivo, lo que lleva a represalias y encarcelamiento dentro del objeto dañado hostil).

La ansiedad que acompaña a estas fantasías universales generalmente se ve mejorada por la buena relación que existe con una madre amorosa (la ansiedad está “contenida” por el buen funcionamiento continuo de la madre; la fantasía no se ha realizado). Sin embargo, considere la circunstancia en la que la madre está enferma, deprimida o in extremis, muere. Entonces, la curiosidad instintiva puede ser suprimida, sobre la base de que estas fantasías tienen consecuencias reales, y el aprendizaje puede sufrir.

La simbolización es una capacidad mental, tanto cognitiva como emocional, que subyace a nuestra capacidad para usar el lenguaje y pensar. Esta capacidad se desarrolla durante la infancia. Se requiere un símbolo cuando deseamos pensar, o recordar, un objeto que no está presente, y es probablemente esta circunstancia la que impulsa nuestra capacidad de simbolizar (la leche / pechuga / madre no está allí; sin una forma de pensar esto nos amenaza una eternidad de terror). Sin simbolización, el recuerdo se vuelve alucinante. La simbolización nos permite “contener” la ansiedad que la ausencia puede agitar.

Nuevamente, el desarrollo de esta capacidad está influenciado por la relación con su madre, que es el modelo para una mente pensante y que ya simboliza. Las circunstancias pueden interferir con este proceso. Una madre puede tener problemas de salud; ella puede tener problemas de salud mental, y su capacidad de simbolizar puede haberse roto; hay muchas posibilidades

Una capacidad restringida de simbolizar tendrá serias consecuencias para la capacidad de aprender, ya sea académicamente o por experiencia. Puede obtener una idea de este tipo de discapacidad investigando varios tipos de autismo.