Personalmente, creo que hay varias razones para esto, aunque creo que son reales, por lo que solo puedo especular sobre la base de mi experiencia con los que dudan …
- – No hay análisis de sangre o exploraciones para fijar a una pared para demostrar que la enfermedad está allí.
- – Llamamos a nuestro amigo “Salud del comportamiento”. Yo uso el término también, pero solo por conveniencia. “Comportamiento” implica algo que está sujeto a la fuerza de voluntad de un individuo. Se elige el “comportamiento” … la enfermedad mental no lo es. Alguien no elige actuar como lo hace cuando está en una crisis de salud mental más de lo que alguien elige gritar de dolor cuando un hueso sobresale de su carne. ¿Podrían parar? Supongo que, en teoría, podrían hacerlo por un momento o dos, pero la próxima vez que tenga una fractura compuesta, ¿me dice qué fácil es detenerse? O quédese despierto durante 70 horas seguidas y dígame lo fácil que sería actuar como si estuviera despierto.
- – Ellos no lo han experimentado ellos mismos. Nos solidarizamos con lo que podemos imaginar. Todos hemos sentido dolor físico, así que cuando vemos a alguien en él, podemos imaginar cómo sería y, por lo tanto, creer en su existencia. A menos que haya sentido lo que es no tener el control de sus propios pensamientos, es más difícil (no un pensamiento imposible) creer que realmente puede suceder.