¿Cuánto luchan los psicópatas con la autodisciplina?

Horarios La pesadilla y el quid de mi existencia. Si hay que hacer algo, y hacerlo con alguna regularidad, tengo que incorporarlo en mi agenda. Todo, desde las tareas domésticas, los recados, las respuestas a ciertas preguntas, hasta el trabajo, son cosas que me obligan a tener en cuenta añadirlas a mi lista de tareas diarias.

Las tareas no son algo que quiera hacer, pero son cosas que me exijo cumplir antes de llegar a hacer lo que quiero. Esto es algo que mis padres pudieron inculcar en mí sin darse cuenta de la importancia de esto en mi vida posterior. Había un requisito de que hiciera lo que era necesario antes de poder hacer lo que deseaba hacer. Fue la instilación del retraso de la gratificación, y es la piedra angular del éxito psicopático.

No tenían idea de hasta qué punto lo que me estaban enseñando se reflejaría más adelante en mi vida. Ha sido precisamente lo que me he obligado a cumplir para funcionar de manera positiva. Es debido al respeto que mis padres han ordenado en mi vida que tomó esta lección. Ellos, en y por sí mismos, han demostrado ser dignos de mi tiempo, atención, respeto y gratitud. Hace de sus lecciones algo que exige peso. Este es uno que no lo había llevado al grado en que lo hizo, no puedo decir dónde estaría.

La autodisciplina es un don realmente, como una tarea que podría ser. Es algo que proporciona pautas en las cuales la función de acuerdo con los estándares de la sociedad es posible. La psicopatía hace que ignorar esas pautas sea muy fácil. Se requiere que uno mismo no lo haga, y si tuviera personas en mi vida que no profundizaran en lo que se necesitaba en ese momento, y por extensión lo que se necesita ahora para tener éxito, me habría encontrado un lugar permanente entre rejas.

Por lo tanto, la autodisciplina toma forma para mí como tareas, como requisitos en ciertos momentos que deben cumplirse. La única persona que mantiene esos requisitos soy yo. Tengo que ser mi jefe, mi carcelero y mi oficial de libertad condicional en términos de hacerlos, todos los días, sin fallar, sin importar cómo me sienta. Es sin embargo, el libro de jugadas del exitoso psicópata. Para establecer estándares y exigirse que se adhieran a ellos, pase lo que pase.