¿Por qué a los humanos les gusta mirar los fuegos?

El fuego es primordial. El fuego ha sido un elemento vital de la supervivencia de la humanidad durante mucho tiempo. Es una cosa peligrosa que el hombre ha domesticado a lo largo de 100.000 generaciones en una fuente de calidez y seguridad que da vida. El cauteloso abrazo de fuego del hombre ha evolucionado con nosotros y está codificado en nuestro ADN tan poderosamente como la temerosa reacción de un caballo recién nacido a una serpiente. Aquellos que deseen aprender más sobre los instintos humanos y la fuerza de los recuerdos ancestrales de una especie deberían comenzar aquí: El Yo de dos millones de años.

No es de extrañar, entonces, cómo podemos relacionarnos con el fuego como una cosa viva y respiratoria en el nivel más básico. Es un amigo y compañero que puede crecer exponencialmente en minutos y traicionarnos si no tenemos cuidado. Darle la espalda puede ser muy imprudente.

Por último, todas las criaturas son cautelosas y fascinadas por el movimiento. El movimiento llama nuestra atención. Como criaturas “inteligentes” y sociales, buscamos rostros en los objetos, vemos formas en las nubes, nuestros ojos constantemente dibujados para cambiar y cambiar.

Contemple una vela o siéntese junto a la fogata con su familia y amigos. El placer de mirar a las llamas, ver lo que efectivamente es Caveman TV, puede ser igual de convincente que hace un millón de años.