Me gustaría comenzar pidiéndole que recuerde que esto es solo una opinión, y no tengo evidencia científica que respalde mi hipótesis al respecto.
Es común ver la depresión como algo que se transmite a través de los genes de nuestros padres. Sin embargo, creo que la depresión se transmite a través de la observación instintiva que hacemos de niños. De ahí la razón por la que nos convertimos en nuestros padres y seguimos muchas de las mismas prácticas, como la forma en que vivimos, comemos y creemos.
Cuando hay tanta negatividad en nuestra vida cotidiana, es probable que se propague rápidamente con el apetito insaciable de los humanos para observar situaciones dramáticas. Piense por un momento en un evento o desastre que suceda. La gente automáticamente se reúne y saca sus teléfonos para observar lo que está sucediendo.
Comenzamos a hacer preguntas porque parece que queremos averiguar qué se podría haber hecho para evitar el evento, o juzgar a aquellos que cometen actos que contribuyen a los eventos. ¿Qué ocurre? ¿Cómo empezó el fuego? ¿Había alguien dentro? ¿Hubo muerte? ¿Qué van a hacer ahora? Todas las preguntas que nuestras mentes responderán de alguna manera para evitar una situación similar para nosotros mismos.
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Además, observe los estilos de vida repetitivos con los que la mayoría de nosotros tenemos que lidiar. Nos despertamos por la mañana, vamos a trabajos que no disfrutamos, aprendemos poco o nada a diario, sentimos que no tenemos el control de nuestras propias vidas, llenamos los momentos en que no estamos trabajando con tareas u otras tonterías diversas. nos aislamos de nuestros vecinos por temor a que nos hagan daño porque nos enseñan a concentrarnos en el peor de los casos, a las personas que nos rodean no les importa la emoción de los demás porque no estamos relacionados, comemos alimentos que ni siquiera los animales tocarán, tenemos poco tiempo para nosotros mismos, y luego nos acostamos y no podemos dormir la cantidad correcta de horas. Es realmente una existencia bastante deprimente.
Hacemos esto porque creemos que no hay otra manera. Nos sentimos atrapados y tememos por nuestra supervivencia. Es como que no nos importa, o estamos demasiado asustados para reaccionar ante situaciones perturbadoras.
Creo que cuando nos hayamos llenado con demasiada negatividad, miedo y odio, va a suceder algún tipo de revuelta o disturbio. O eso, o nos quemaremos en la extinción por el abandono de nuestras propias necesidades.
En cualquier caso, desearía que la felicidad se deslizara por la espalda y comenzara a orquestar la vida como si fuera un gran conductor del genio musical. Yo, y muchos otros, creemos que nuestra conciencia evolutiva es esta grandeza de la que hablo.
Topher