Hay algo muy aterrador en una persona con el conocimiento y la habilidad para manipular las mentes.
¿Qué tan espeluznante es si un extraño sabe más de ti que tú mismo? ¿Cualquiera puede obligarte a comportarte de cierta manera a punta de pistola, pero controlar tu comportamiento (y tus pensamientos) sin que te des cuenta? Eso es aterrador.
No confiamos en las personas que tienen tanto poder sobre nosotros.
La psicología es una herramienta poderosa: puede aprender a controlarse y ayudar a los demás, o puede aprender a controlar a los demás y ayudarse a sí mismo.
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O al menos, ese es el mito.
En realidad, la mayoría de los profesionales de la salud mental son personas extremadamente seguras y confiables. La mayoría entra en el campo porque quieren ayudar a las personas que no pueden ayudarse a sí mismas, salvando vidas y formando a las personas. Cualquier cambio que ocurra en la terapia depende principalmente de la voluntad del cliente para cambiar: los terapeutas no pueden realmente hacer que alguien haga algo. El hipnotismo y los mensajes subliminales no son tan efectivos como lo hacen las películas. Casi siempre es la falta de una buena atención de salud mental lo que hace que alguien actúe violentamente, en lugar de un psicólogo manipulador.
Aún así, amamos a nuestros Aníbales. 🙂