¿Por qué se dice en el Nuevo Testamento que debemos odiar a nuestros padres para convertirnos en discípulos de Jesús?

El efecto de la venida de Cristo como Mesías no es la ‘paz, sino una espada’, que separa a los creyentes de los incrédulos. Habrá paz, él es el Príncipe de la Paz, pero no en el sentido de que cesarán las guerras y se establecerá la tranquilidad y la paz en esta etapa. Eso, como tantas cosas en el Evangelio de Mateo, espera el reino final a su regreso.

La persecución no viene solo de extraños. Su actitud hacia él será, en cumplimiento de Miqueas 7: 6:

girar
‘un hombre contra su padre,
una hija contra su madre,
una nuera contra su suegra—
Los enemigos de un hombre serán los miembros de su propia casa.

Jesús, y sin duda muchos de sus discípulos, descubrió que esto es cierto, como lo han hecho miles desde ese día. Esta división es algo que ha sido muy bien conocido en los últimos años, especialmente detrás de la antigua Cortina de Hierro, donde incluso a los niños de los cristianos se les dijo que era su deber para con la fiesta y su país el traicionar a sus padres. En circunstancias menos extenuantes en Occidente, todavía es cierto que las familias están divididas y, a menudo, un cristiano puede ser el único creyente en la familia y encuentra que sus principales dificultades están en el hogar. En tales circunstancias, se alienta al discípulo a no tener miedo, sino a aferrarse a su fe y su testimonio.

Esto es lo que forma el trasfondo de la severa y mal entendida advertencia de Cristo: ‘Cualquiera que ama a su padre o madre más que a mí no es digno de mí; cualquiera que ame a su hijo o hija más que a mí no es digno de mí ‘ (10:37). El pasaje paralelo en Lucas 14:26 habla de odiar a la madre y al padre. Esa es la forma hebrea de declaración absoluta, que aquí se informa de una manera más familiar para nosotros, en términos de amar más o amar menos. Jesús no está abogando, ni siquiera permitiendo, la falta de amor filial o paternal, sino afirmando una vez más la supremacía absoluta de sus reclamos sobre su pueblo. No se debe permitir que nada ni nadie se interponga entre el discípulo y su Señor. De hecho, amar a Cristo nunca debe disminuir nuestro amor por los miembros de nuestra familia en términos de afecto tierno. Sin embargo, cuando se trata de prioridades y fidelidad a Cristo, la familia debe ocupar el segundo lugar. En realidad, esto es lo mejor que le puede pasar a la familia, porque esto será un testimonio para ellos de la grandeza de Dios, quien merece y gana tal lealtad.

Luego, Jesús lo relaciona con una referencia a tomar la cruz de uno: “Cualquiera que no tome su cruz y me siga no es digno de mí” (10:38). La cruz del creyente no es solo lidiar pacientemente con una situación difícil, como cuidar de un enfermo, pero exigente y torpe, un pariente: “¡Esa es la cruz que tengo que soportar!” Situaciones como esta son genuinamente difíciles y, por supuesto, necesitan mucha “gracia para ayudarnos en nuestro momento de necesidad” (Hebreos 4:16), pero al tomar la cruz hay una referencia específica a la persecución. Fue la vida justa del Señor y su compromiso con el evangelio lo que trajo el sufrimiento de la cruz. Seguirlo de manera similar implica sufrir por el bien del evangelio. Tomar nuestra cruz es una decisión consciente de seguir a Cristo, sin importar lo que cueste. No está cortejando deliberadamente la persecución o el martirio, sino someterse voluntariamente a ello cuando resulta de nuestro fiel discipulado.

  • John Legg, serie de comentarios de Welwyn – El rey y su reino: Mateo simplemente explicó ,

Vea también: Respuesta del usuario de Quora a ¿Son los cristianos llamados a amar a Dios más que a sus familias (cónyuge, hijos, padres)?

Pregunta: ¿Por qué se dice en el Nuevo Testamento que debemos odiar a nuestros padres para convertirnos en discípulos de Jesús?

Respuesta: Lucas 14:26 debe leerse en el contexto del capítulo, no solo por el versículo.

Todo lo que Jesús está diciendo es que, como un rey que va a la guerra o un constructor que desea construir una torre, debes comprender que seguir a Jesús te costará todo , incluso tu vida, incluso tu familia. ¿Todavía quieres seguir? Si es así, entonces proceda.

Es similar a la parábola de Job, donde Dios tomó todo de él y todavía alaba a Dios.

“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo partiré. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; que el nombre de Jehová sea alabado”. – Job 1:21

26 “Si alguien viene a mí y no odia a padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas, sí, incluso su propia vida, esa persona no puede ser mi discípulo. – Lucas 14:26.


El costo de ser un discípulo

25 Grandes multitudes viajaban con Jesús y, volviéndose hacia ellos, dijo: 26 “Si alguien viene a mí y no odia a padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas, sí, incluso su propia vida, esa persona no puede ser. mi discipulo 27 Y el que no lleva su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

28 “Supongamos que uno de ustedes quiere construir una torre. ¿No se sentará primero y calculará el costo para ver si tiene suficiente dinero para completarlo? 29 Porque si coloca la base y no puede terminarla, todos los que la vean lo ridiculizarán, 30 diciendo: ‘Esto La persona comenzó a construir y no pudo terminar ‘.

31 “O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿No se sentará primero y considerará si puede con diez mil hombres oponerse al que viene contra él con veinte mil? 32 Si no puede hacerlo, enviará una delegación mientras el otro está todavía muy lejos y pedirá los términos de la paz. 33 Del mismo modo, aquellos de ustedes que no renuncian a todo lo que tienen no pueden ser mis discípulos.

34 “La sal es buena, pero si pierde su salinidad, ¿cómo puede hacerse salada otra vez? 35 No es apto para el suelo ni para la pila de estiércol; se echa fuera

“Quien tenga oídos para oír, oiga”.

Uno de los conceptos más interesantes acerca de Dios y lo que Él hace es que Él se separa. Esto se nos revela en el primer libro de la Biblia, Génesis:

“(1) En el principio, Dios creó los cielos y la tierra. (2) Y la tierra era desolada y vacía; y las tinieblas estaban sobre la faz de lo profundo; y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas ( 3) Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. (4) Y vio Dios que la luz era buena; y Dios apartó la luz de la oscuridad “. (Génesis 1: 1-4 ASV)

Jesús enseñó este concepto de “separación” a menudo a los hebreos en términos del Reino de Dios, en oposición al Mundo. Cuando Jesús habló de separar familias; Padre contra hijo, madre contra hija, esta separación es a lo que se refería. Al hebreo promedio se le enseñó a una edad muy temprana que esta separación es importante para entender a Dios porque está en el principio de la Biblia y es parte de cómo Él crea todas las cosas. Eventualmente, esta separación entre el Reino de Dios y el mundo eliminará el mundo y la contaminación que produce y dispersa entre su creación y los niños. Cuando Jesús enseñó esto a los hebreos, fue fácil de entender, aunque a veces era difícil escucharlo.

La verdad de lo que sucedió después de la resurrección de Jesús verifica que esta verdad de separación se produciría como una manifestación física de una verdad espiritual. Muchos creyentes dejaron a sus familias y huyeron a Siria y las áreas circundantes para evitar la persecución hasta la destrucción del Templo en 70CE. A partir de entonces, incluso más familias se separarían mientras huían de la diáspora por las manos de los romanos.

Los que huyeron de la persecución evitaron la diáspora, aún más dura.

La declaración de Jesús es simplemente una declaración de hecho. Cuando alguien cree en algo contrario a la familia, será excluido y, en primer lugar, se produce una separación emocional, lo físico ocurre a partir de entonces.

Hola escritor

Esa es la traducción de King James. Al leer el NT, es muy recomendable volver a la palabra raíz griega. La palabra en griego puede traducirse como ‘detestar’ o ‘odiar’. El mensaje que Jesús está transmitiendo, que debemos despreciar la conducta incluso de los miembros de la familia que nos buscarían apartarnos de la verdad de Jesucristo, solo para que nos llamen hijo / hija del miembro de la familia.

Jesús no está diciendo que quiere que realmente odiemos o maldijamos a nuestros padres, sino que despreciamos todo lo que es malo y pecaminoso.

Si un padre desea que renuncies a tu fe en Jesús o te obligue a seguir otra religión, el cristiano debe estar dispuesto a despreciar y odiar el consejo del padre.

Pablo lo confirma en Efesios 6: 1–3. Los hijos deben honrar a sus padres EN EL SEÑOR.

Los 10 mandamientos originales incluidos honran a tu padre y a tu madre. Esto se basa en la premisa de que tu padre y tu madre son personas piadosas, que viven una vida piadosa y caminan en los consejos de Dios. Pero cuando el padre rompe las leyes de Dios, los niños deben honrar la ley de Dios, por encima de la ley paterna que desafía la verdad de Dios.

El Señor Jesús te da revelación.

Shalom

Lucas 14 (KJV)

26 Si alguno se acerca a mí y no odia a su padre, ni a su madre, ni a su esposa, ni a sus hijos, ni a sus hermanos, ni a sus hermanas, sí, sino también a su propia vida, él no puede ser mi discípulo.

27 Y el que no lleve su cruz, y venga en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

28 Porque, ¿cuál de ustedes, con la intención de construir una torre, no se sienta primero, y cuenta el costo, si tiene suficiente para terminarlo?

29 No sea que, después de que haya asentado los cimientos, y no pueda terminarla, todos los que la vean comiencen a burlarse de él.

30 diciendo: Este hombre comenzó a construir, y no pudo terminar.

31 ¿O qué rey, yendo a la guerra contra otro rey, no se sienta primero, y consulta si puede con diez mil encontrarse con el que viene contra él con veinte mil?

32 O bien, mientras que el otro está aún lejos, él envía un emboscado y desea condiciones de paz.

33 Asimismo, cualquiera que sea de ti que no abandone todo lo que tiene, no puede ser mi discípulo.

Ser un discípulo ideal de Jesús es un alto llamamiento. Es muy exigente y Jesús advierte que si un individuo quiere ser sus discípulos, debe estar dispuesto a renunciar a todo lo que tiene para seguirlo. Jesús no era rico. Literalmente no tenía nada mientras viajaba a través de varias regiones predicando el evangelio de la salvación. Padre Dios proveyó para sus necesidades. Los discípulos también viajaron a regiones distantes, con nada más que una capa y sus ropas. No buscaron patrocinadores para proporcionarles fondos. Aceptaron donaciones mientras viajaban. Judas Iscariote estaba a cargo de su dinero, el cual usaban a veces para comprar alimentos o ayudar a los necesitados.

Jesús pone el listón muy alto para todos nosotros. Él pone el ejemplo para nosotros. Él no tenía pecado, y aunque nunca podríamos ser como Él, deberíamos esforzarnos por ser como Cristo. El evangelio enseña que podemos ser justificados a través de nuestra fe en Jesús. Algunos de los discípulos dejaron a su familia para poder aprender de Jesús y predicar en toda la región. Estaban dispuestos a renunciar a todo lo que tenían para ser discípulos de Jesús. No todos pueden hacer esto.

Jesús también enseña que debemos ser apasionados por nuestra fe. Nuestra fe y devoción deben ser firmes e inmóviles. Nuestra fe es sólida y profundamente arraigada. Ninguna familia ni amigo ni compañero puede apartarnos de nuestra fe. De esta manera, Jesús declara que no nos apartamos de conocer a Dios porque amamos más a nuestro familiar o amigo. Al igual que un soldado está dispuesto a morir para defender a su país, el creyente debería estar dispuesto a soportar la persecución y el posible ridículo y la presión de los compañeros por su fe. Jesús no quiere algo de tibia devoción a él. Él quiere que seamos fuertes en nuestra fe.

Muchas veces, Jesús usa la metáfora para transmitir ideas. Utiliza la metáfora de las semillas sembradas en el camino frente a las semillas sembradas en un terreno fértil para contrastar a dos individuos. El primer individuo escucha el evangelio, pero las preocupaciones del mundo lo distraen y él nunca acepta ni cree en Cristo. El segundo individuo oye el evangelio, y lo acepta. Incluso en la adversidad son inquebrantables y ellos mismos difunden el evangelio para que otros puedan ser salvos. El primer individuo nunca fue salvado porque no estaban dispuestos a creer, estaban distraídos por el mundo. El pájaro que quita la semilla es un símbolo del diablo y sus tentaciones malvadas.

Algunos miembros de la familia y amigos pueden no ser salvados de inmediato. Algunos nunca pueden ser salvos. Solo podemos controlarnos y decidir por nosotros mismos si aceptar o rechazar el evangelio. Una vez que aceptamos el Evangelio, podemos pasar a dar el Evangelio a nuestra familia y amigos para que ellos también puedan creer y ser salvos.

Sin querer entrar en todo el contexto del verso versus el contexto del argumento del libro, y no necesariamente creer que lo que voy a decir realmente mejore las cosas …

Me dijo un amigo que ha estudiado el Nuevo Testamento en su forma original en griego, que la palabra que realmente se usa no tiene una traducción directa en inglés, y que odio no es necesariamente la mejor palabra para los gustos de Tyndall o King James. escribas para haber utilizado.

La redacción utilizada en el griego original no significa exactamente que los discípulos deben odiar a su familia, solo que deben amar a Jesús más que a su propia familia.

Ese es el problema con cualquier trabajo traducido de un idioma a otro, a menudo las palabras y frases pueden aparecer fuera de contexto o, lo que es peor, dar una perspectiva muy diferente. A menudo, una traducción directa de un idioma a otro no es posible, por lo que siempre hay un grado de interpretación y opinión en una traducción de cualquier trabajo donde el trabajo original y la traducción no están escritos por el mismo escritor o escritores.

No odiamos a nuestros padres, sino alzando una espada contra nuestra familia. Tal vez eso no sea una gran diferencia.

Jesús se estaba refiriendo a cómo su mensaje dividiría a las familias. Las familias se dividirían según la gente eligiera si seguirlo o no.

Es una hipérbole, algo que Jesús hizo mucho. Contextualmente, los cristianos enfrentaron una gran cantidad de adversidades por parte de los miembros de la familia que se niegan a convertirse y trataron de evitar que se convirtieran. Sin embargo, cuando se enfrenta a la verdad que llama a su alma, uno debe hacer una elección.

Lo que Jesús está hablando es precisamente sanyas del hinduismo.

No puedes servir a dos maestros. El que se dedica a servir a Dios va a servir a la humanidad. Una persona involucrada en un círculo limitado de servir a su familia solo no estará lista para servir al círculo más grande.

Esta es una práctica común entre los cultos, a menudo alientan a los miembros a distanciarse de su familia si su familia está en oposición al líder del culto o al espíritu del culto. A lo largo de los siglos y milenios, el cristianismo se ha abstraído para que las personas se pinten como si estuvieran en oposición al dios mismo y es por eso que deben rechazarse en lugar de estar en oposición a cualquier líder del mundo real. Por lo tanto, el nivel de disonancia cognitiva hacia otros miembros de la familia ha hecho posible que estén cerca de los miembros de la familia mientras mantienen la distancia mental y el odio.

No significa literalmente odio. Mala elección de las palabras elegidas en la traducción. Lo que se quiere decir es no poner a los padres ante Dios, como nadie más debe venir ante él. HONRÁ A TU MADRE YA PADRE.

Un verso a menudo (mal) citado de nuestro Señor, usado para retratarlo como un tirano malvado que busca la sumisión completa. Solo significa que Dios debe ser nuestra primera prioridad en la vida.

Este enlace debe responder a su pregunta: ¿Qué quiso decir Jesús cuando nos ordenó que odiemos a nuestro padre y a nuestra madre (Lucas 14:26)?

Dios te bendiga.

Eso sí, Jesús también nos enseña a honrar a nuestro padre y nuestra madre. El punto que Jesús está haciendo cuando nos dice que debemos odiar a nuestros padres para seguirlo es a modo de comparación. Lo que Jesús quiere decir es que tenemos que elegir seguirlo primero y ante todo. Se supone que nada debe venir antes de seguir a Jesús, no la obediencia a nuestros padres, ni a nuestras familias, ni siquiera a nuestros propios deseos. Por supuesto, Jesús sabe que no podemos hacer esto. Pero él quiere definir lo que realmente significa seguirlo, y eso es devoción completa donde su voluntad es lo primero.