¡Absolutamente ninguno para mí!
Para mí, las resoluciones de año nuevo nunca han sido efectivas! En su lugar me pongo metas, metas “SMART”.
Una resolución es una decisión firme de hacer o no hacer algo sin un resultado concreto en mente, ni hay una meta en mente sobre cuándo se tomará esta decisión.
Sin embargo, un objetivo es “Inteligente”, lo que significa que es “específico, medible, alcanzable, enfocado en los resultados y limitado en el tiempo” cuando uno lo usa para lograr el resultado deseado. Las metas “inteligentes” son mucho más efectivas, constructivas, productivas, positivas y creativas que una resolución de Año Nuevo. La mayoría de las resoluciones de Año Nuevo fracasan en el primer mes del Año Nuevo debido a la falta de enfoque y al deseo concreto de cuál es el resultado final. La mayoría de las personas se centran en lo que no quieren cuando establecen una resolución de Año Nuevo, por lo que cometen el error de atraer más de lo que no quieren. No tienen idea de cuándo quieren lograr su resolución, por lo que se dan por vencidos poco después de comenzar su nuevo hábito. Una meta “inteligente” una vez que está escrita, a diferencia de las resoluciones de Año Nuevo, es concreta y le da más poder a lo que queremos. El aspecto de “límite de tiempo” de cada objetivo “inteligente” es lo que mantiene a la persona motivada para lograr su objetivo “inteligente”. Es “específico”. Es detallado y preciso. Tiene claridad, así que eso es lo que hace que las personas sigan adelante y retroceder son solo un obstáculo para superarlas. Las personas que establecen metas “inteligentes” son triunfadoras y tienen mucho más éxito que las que establecen las resoluciones de Año Nuevo porque saben lo que les funciona.