Una entidad o una pieza de existencia es un fenómeno tripartito. Los tres componentes son subconciencia, consciencia y superconsciencia.
El pensamiento pertenece al componente de la conciencia. Es un componente activo y relevante que conecta la superconsciencia y la subconciencia.
Hay una dirección de esta conectividad. Es de la subconciencia a la superconsciencia. ¿Que es eso? Dejame explicar.
La superconsciencia ocurre en forma de intuición futurista. La intuición se extiende desde el sueño más lejano hasta la utilidad próxima a través de capas de deseos y deseos.
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Así, la intuición establece la línea de meta. Esto también puede llamarse la línea del destino.
Por otro lado, la subconciencia sedimenta cada “presente” pasajero y, por lo tanto, no pierde nada de la esencia de ninguna experiencia. Forma la línea de fondo de apoyo desde donde se proyecta la superconsciencia.
La conciencia trata de visualizar todo esto y trata de manifestar la línea de meta haciendo que la entidad se desplace hacia el futuro óptimo.
El proceso consciente implica la manifestación lingüística de la visualización ideal.
La ideación completa puede denominarse cosmovisión. Es una jerarquía, como una pirámide, de ideas componentes cada vez más pequeñas.
Para manifestarse lingüísticamente, cada idea debe ser representada por una “palabra”.
Así es como una “palabra” es un pensamiento.