El hecho es que la manía aguda en algunos pacientes bipolares es casi indistinguible de la esquizofrenia. La manía también puede involucrar alucinaciones (auditivas, visuales, olfativas) y delirios. Y el trastorno bipolar a menudo se trata de manera efectiva con los mismos antipsicóticos prescritos para la esquizofrenia.
La diferencia es que el trastorno bipolar estará marcado por cambios de humor. Los pacientes bipolares no siempre serán maníacos. También pueden estar deprimidos y pasar por largos períodos sin experimentar alucinaciones y delirios, incluso sin medicación u otro tratamiento. Las alucinaciones y los delirios no son el sello distintivo del trastorno bipolar, son sus complicaciones.
Por supuesto, las personas que padecen esquizofrenia también se deprimen. Pero no es una fase separada. Las personas con esquizofrenia también sufren con frecuencia un pensamiento desorganizado que es diferente del vuelo de ideas que experimentan los pacientes bipolares que sufren de manía.
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