Argumentos y argumentación: ¿Alguna vez ha convencido a alguien para que cambie su religión o política?

Esa pregunta no es tan sencilla como parece. Cambiar las creencias de uno en cualquier cosa es un proceso, no un evento aislado. Si alguien es tan maleable que puede cambiar sus mentes a la vez (en ausencia de alguna información nueva muy convincente), generalmente volverá a cambiar con la misma rapidez. Ahora, la mayoría de los debates sobre religión y política toman la decisión opuesta, todos los involucrados están tan convencidos de su propia posición que es imposible cambiarlos.

Por otro lado, en las discusiones entre personas de mentalidad abierta, se puede hacer que las personas vean cosas diferentes y comiencen el proceso de cambiar de opinión. He participado en tales discusiones, tanto como convincente como convencida. Nunca he cambiado a un republicano de núcleo duro a un demócrata de núcleo duro, pero he presentado argumentos sobre un tema en particular que hizo que las personas reconsideraran sus puntos de vista. Nunca he convertido a un musulmán en cristiano, pero he estado involucrado en el camino de la fe de otras personas. Mis propios puntos de vista sobre política y religión nunca han cambiado completamente, pero naturalmente han madurado con el tiempo, y los argumentos de los demás siempre han sido parte de la configuración de mis puntos de vista.

Las personas generalmente no cambian de una identidad a otra, pero todas las personas que piensan están constantemente en el proceso de reevaluar, reconsiderar y reconstruir lo que creen. En general, simplemente no toma la forma de un argumento.