Mi sobrino nieto de dos años y medio que fue educado en el libro de texto ‘nueva’ Técnica de crianza de ‘sin azúcar, casi cero de sal y comida aburrida insípida’ decidió que ya había tenido suficiente de esto y que había recogido una papa frita casera de nuestra bandeja de bocadillos, lo sumergimos en salsa de tomate y lo mordimos, como lo hacían todos los adultos que lo rodeaban.
La primera vez que el niño probó la comida adulta … ¡no tiene precio! Desde ese día ya no había mirarlo atrás mientras disfrutaba del bebé idlis a continuación, en otra comida para adultos deliciosa y saludable.
Mi hijo me hizo una hogaza de pan por primera vez para mi quincuagésimo cumpleaños … el sabor de la primera rebanada de pan tostado y con mantequilla, ¡incomparable!

Mi hija insistió en cocinar nuestra primera comida en su apartamento … la experiencia – ¡Inimaginablemente satisfactoria!

Baby Meher hizo amigos conmigo por primera vez. La primera tarjeta que hizo para mí … ¡preciosa!

El primer boceto a lápiz que la hija de un amigo hizo para mi cumpleaños … inolvidable.

La primera foto de mí con mi cara de luna esteroide típica donde pasé de tener este aspecto …

A esto … casi de la noche a la mañana.

Y me di cuenta de que las miradas no importaban …
Como mucha gente que ha escrito respuestas a esto antes que yo … la vida está llena de memorables primicias: la primera vez que nuestros ojos se encontraron, la primera canción que le oí tocar en la flauta, la primera vez que me convertí en madre, la primera mencionables e innombrables … y algunos primeros que enseñan una lección: la primera vez que disminuí mi medicamento esteroide, me di cuenta de lo difícil que debe ser para los adictos perder la adicción, mi primer roce con la muerte, mi primer roce con casi la muerte, Mi primer rechazo, mi primera ruptura, mi primera punzada de duda …
Todos nuestros primeros toques un acorde en alguna parte … con suerte ayudando a moldearnos para convertirnos en quienes finalmente somos. A veces, lo primero con lo segundo se convierte en lo primero memorable como lo fue para mí … enseña una esperanza y nos hace darnos cuenta de que algunas primicias mejoran la segunda vez.