La racionalización llega a ser un problema cuando empiezas a creer tus propias verdades a medias y falsedades y comienzas a actuar sobre ellas. También surge un problema cuando las personas que nos rodean ya no tienen fe en nuestros juicios y nos miran como si tuviéramos miedo o no quisiéramos aceptar verdades simples. Charlas de acción; la mierda anda.
Los niños pequeños son grandes fabricantes de excusas; Sus racionalizaciones suelen ser transparentes, a veces deliciosamente. Pero lo que puede ser encantador en los niños puede ser frustrante en los adultos. Si bien nunca dejaremos de hacer racionalizaciones, la madurez y / o la edad adulta nos harán enfrentar la verdad y las consecuencias. Nos hacemos responsables de nuestras acciones y nuestras razones para explicarlas son creíbles. Nos hacemos dignos de confianza.
Las adicciones y los trastornos de la personalidad suelen ser apuntalados con racionalizaciones. Tener que enfrentar ciertas verdades se convierte en una imposibilidad casi total. Las excusas, señalar con el dedo, evitar la culpa parecen más fáciles de aceptar que el hecho de que tengamos que cambiar nuestros comportamientos. “La razón por la que bebo demasiado es porque …”
Marsha Linehan en su trabajo sobre terapia conductual dialéctica postuló el concepto de “mente sabia”, ese punto medio entre nuestra mente emocional y la mente razonable. Ya no somos el Sr. Spock con su manera demasiado lógica de acercarse al mundo; Ya no somos un adolescente de catorce años que vive de hormonas, sobre sensibilidad y un caleidoscopio de emociones. Entre los dos se encuentra ese mundo de emoción templado con razón. Algunos lo llaman intuición, intuición, esa vocecilla que mejor sabe; AA habla de ese espacio dos pies detrás de tu ombligo.
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Entrar en la “mente sabia” puede convertirse en una forma de ayudarnos a lidiar con nuestras racionalizaciones cuando se salen de control y amenazan con volverse habituales.
La mayoría de nosotros sabemos lo que es un curso de acción “haz lo correcto”. El problema es que, aunque pensamos que razonamos, no lo hacemos. Somos criaturas de impulso y fácil gratificación. Como la Alicia de Disney, “Me doy muy buenos consejos, pero rara vez lo sigo. ”
La mente sabia es una de las habilidades básicas de DBT. Linehan enfatiza la práctica como una forma de desarrollar estrategias para acceder y ampliar ese pequeño espacio de tiempo entre el estímulo y la respuesta. DBT hace hincapié en la atención plena, la respiración, la regulación emocional y el arte de “disminuir la velocidad” para poder utilizar la “mente sabia”.
Linehan también se da cuenta de la importancia del cuidado personal. Estar en el modo HALT (hambriento, enojado, solo cansado) hace que sea difícil para nosotros estar en ese lugar donde podemos hacer cambios significativos.
Para obtener más información, recomendaría el Manual de capacitación en habilidades de Linehan para tratar el trastorno de personalidad límite.