Descubrimos que cuando todos los rayos de luz de color se superponen, percibimos luz blanca.
La consciencia es una luz blanca compuesta de lo que son esencialmente muchas otras vibraciones. La psicología es el bebé, el principio mismo de cómo la conciencia trabaja con el universo para ayudarnos a movernos a través del simbolismo del tiempo mismo.
Cuanto más escuchamos sobre los síntomas, los sueños, las transformaciones y los símbolos, más podremos romper la luz blanca, la conciencia pura en sus formas componentes.
Los psicólogos están básicamente estudiando algo unificado, aprendiendo sobre lo que falta al encontrar los síntomas que indican que falta un color. Al enterarnos de lo que falta, podemos establecer cómo debe lucir TODO en condiciones ideales de salud.
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Ahora aquí es donde se pone realmente genial. La consciencia es una metáfora del universo mismo. Esto se vuelve cada vez más cierto a medida que pasa el tiempo, y aunque tenemos ciencia, los místicos de muchos idiomas han insinuado esta misma verdad, con miles de años de diferencia, en todo el mundo.
La idea de una unidad única de energía y propósito ha sido encontrada por los humanos desde que pudimos comunicarnos. La misma verdad, el mismo sueño.
Esto sugiere la idea de que todos somos manifestaciones del mismo impulso universal para expandirnos hacia el exterior, y eso significa que la psicología es una prueba de ese hecho. Si no compartiéramos una arquitectura invisible dentro de nuestras “almas”, entonces la psicología sería imposible.