Su trabajo como gerente es construir y mantener el equipo de mayor rendimiento que pueda. Pero, ¿qué pasa si uno de sus informes directos está luchando? ¿O interrumpir al equipo? O aflojando? ¿O ser demasiado negativo? ¿Cómo puedes cambiar la situación?
Aquí hay algunos consejos prácticos y estrategias que necesita para diagnosticar y abordar muchos tipos diferentes de problemas de “empleados problemáticos”.
Lecciones clave:
1. No dejes que los problemas se agraven.
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En la mayoría de las situaciones, es mejor abordar los problemas cuando ocurren, en lugar de esperar semanas o meses. Retrasar solo causará más problemas a usted y a su equipo, y puede dificultar mucho la eventual conversación. ¡Imagina, por ejemplo, que te digan que tu perfume hace que otros se sientan enfermos 6 meses después de que empieces a usarlo!
2. Los problemas son oportunidades de aprendizaje.
Es fácil abordar los problemas personalmente o frustrarse al tratar con empleados problemáticos. Trate de dejar de lado esos sentimientos y, en cambio, busque en los empleados problemáticos lo que son: una oportunidad de oro para mejorar su equipo, su empresa y sus habilidades de gestión. Esta perspectiva positiva no solo lo hará sentirse mejor, sino que probablemente dará mejores resultados.
3. Ponga a su equipo y compañía por encima de la persona.
Los empleados problemáticos rara vez te afectan solo a ti. Por lo general, también afectan a su equipo y la empresa. Si bien puede ser difícil discutir temas delicados o difíciles con un individuo, si no lo hace, está limitando el rendimiento del equipo y señalando a otros que el comportamiento del problema es aceptable para usted, lo que en última instancia perjudica la cultura del equipo.
4. Conócete a ti mismo.
Su perspectiva sobre los empleados problemáticos no es “verdad” o “hecho”. Es su percepción, y está muy determinada por quién es usted. Si sabe que ciertos tipos de personas se ponen debajo de su piel, estará más consciente de sus propios prejuicios y sentimientos, y será más capaz de evaluar y responder a la situación. Reconozca cualquier parte que pueda estar jugando en el problema. Es importante como gerente compartir la culpa, si es apropiado (y con frecuencia lo es).
5. Elige tus batallas con cuidado.
Algunos empleados exhiben múltiples conductas problemáticas. Solo trabajar en mejorar uno a la vez. Si se dirige a todos ellos a la vez, la persona probablemente se sentirá abatida y a la defensiva, y resistirá sus intentos de mejorar la situación. A nadie le gusta ser microgestionado. Determine cuál es el problema más importante y comience allí.
6. Habla con la gente.
La mayoría de los problemas de las personas no se pueden resolver pensando solo. La comunicación directa, honesta, compasiva y regular es la mejor manera de entender los problemas y encontrar soluciones duraderas.
7. Documentar todo.
Si no puede encontrar una solución, es posible que necesite transferir o despedir a su empleado. Una documentación completa lo ayudará a presentar su caso y también evitará problemas legales.
8. Sé justo.
Antes de criticar a un empleado problemático, pregúntese si realmente está manteniendo a todos los demás en el mismo nivel, incluido usted mismo. También reconozca que puede haber factores fuera del control de la persona que contribuyen al problema, como un miembro de la familia enfermo.