¿Cuáles son algunos de los errores de planificación financiera personal más comunes que se cometen al no reconocer sesgos cognitivos?

  1. Falta de ahorro para la jubilación. Esto se basa en el sesgo cognitivo del descuento hiperbólico. Este sesgo se puede describir como “algo de dinero ahora es mejor que mucho más dinero más adelante”. Muchas personas trabajan mucho después de la edad regular de jubilación porque no tienen nada guardado y los cheques de seguridad social no cubrirán su costo de vida completo. Muchas más personas se sientan en su parte posterior viendo la televisión a lo largo de sus años “dorados” porque no tienen los fondos para pagar un viaje o incluso tienen la cena ocasional con amigos. Este tipo de planificación deficiente ocurre ya sea por una mala educación financiera (común) o por el sesgo de descuento hiperbólico (también muy común). Este mismo sesgo también lleva a las personas a hacer cosas como gastos frívolos, comprar más casa de la que necesitan y pedir dinero prestado cuando no es absolutamente necesario.
  2. Decisiones de inversión pobres. Este es un ejemplo del sesgo psicológico conocido como apofenia. Este sesgo es la propensión a ver patrones donde no existen. Esto lleva a la Falacia del Jugador, que es exactamente lo que las personas cometen cuando intentan cronometrar el mercado. También encaja con el descargo de responsabilidad estándar “el rendimiento pasado no es indicación de resultados futuros”.
  3. Perder dinero. Esto está enraizado en el sesgo de Impacto, también conocido como pronóstico Afectivo deficiente. Básicamente, las personas son malas para descubrir qué se hace feliz. Ellos sobreestiman el efecto emocional de las compras, por lo que arrojan dinero a cosas que no proporcionan un buen valor en términos de felicidad comprada por dólar (o cualquier moneda que use).

La mayoría de las personas se centran en sentirse bien, AHORA. Es normal. Nadie quiere sentirse mal después de todo. El truco es aceptar algunas molestias en el presente a cambio de una mayor probabilidad de sentirse cómodo en el futuro. En el ámbito de las finanzas personales, esto equivale a acciones tales como poner más de su cheque de pago semanal en su fondo de jubilación; no puede ir a cenar el viernes por la noche, pero puede permitirse comprar alimentos cuando tengo 80 años. O comprar el Toyota Camry en lugar del Sportscar para ahorrar en gastos de gas y poder viajar más. O puede dedicar las largas horas para obtener ese título para que pueda avanzar en su carrera.